Germán López García tenía 44 años. El 2 de mayo se encontraba en su domicilio, ubicado en Pedro Cabrera 2190, de la localidad de San Pedro. Junto a su esposa, hijos y una sobrina se encontraban almorzando en el primer piso de la vivienda, cuando la mujer se descompensó y decidieron llamar a la emergencia médica.
De forma inmediata, la sobrina, quien presenta una discapacidad y dificultades para expresarse, se comunicó al 107 para que se acercara una ambulancia al domicilio. Luego de esperar 40 minutos, López García reclamó el envío de la ambulancia dado que su esposa continuaba descompensada. Al poco tiempo llegó el móvil de salud acompañado de bomberos y un patrullero, aduciendo que podría tratarse de una “situación de violencia de género”.
Cuando llegaron al domicilio, personal policial intentó ingresar a la vivienda, insultando a López y acusándolo de violento. En ese momento se acercó el hijo del matrimonio, quien padece de hipoacusia, preguntando qué sucede, a lo que recibió varios golpes en el pecho y en la cara. En ese momento López García salió en defensa de su hijo y recibió una feroz golpiza por parte de los policías hasta desmayarlo.
López García, esposado, fue trasladado a la guardia del hospital por los mismos policías que lo atacaron, allí continuaron golpeándolo. Insistieron en que firme el acta por violencia de género, pero López ya no respondía. Quedó internado, siendo operado en siete oportunidades, permaneciendo 25 días en terapia intensiva. Tenía reventado los intestinos, lo que le produjo una infección generalizada, falleciendo el día 27 de mayo.
La causa se tramita en la Fiscalía de Baradero a cargo de Hernán Granda, fiscal cuestionado por su actuación en el femicidio de Renata Panno. Dicho funcionario debió que dejar la causa por presiones y reclamos de familiares y amigos de la víctima luego de que el funcionario considerara que se trató de un suicidio.
En comunicación telefónica con un medio local Elisa, esposa de la víctima, desmintió contundentemente las versiones oficiales que hablaban desde hechos vinculados a violencia de género hasta un alto consumo de alcohol por parte del matrimonio. “Mi marido estaba exaltado porque la ambulancia no llegaba, pero la policía vino derecho a matarlo, bajo ninguna circunstancia podés pegarle así a una persona. Lo llevaron al hospital y lo dejaron ahí tirado”. Según la mujer, los oficiales se acercaron al hospital permanentemente para preguntar por el estado de López.
“El único que trabajaba en casa era mi marido. Yo no tengo trabajo para darle de comer a mis hijos. La policía nos arruinó la vida a todos”, agregó Elisa.
Por su parte Paola Lencina, cuñada de la víctima, en comunicación con este medio, afirmó que realizarán una movilización para exigir justicia para Germán y que su caso no quede impune.
La profunda crisis social y económica que atraviesa el país, agudizada por la pandemia, acrecienta el envalentonamiento de las fuerzas represivas, la única salida que propone el gobierno. Según el informe de Correpi, solo en 2020 se registraron más de 400 asesinatos; un muerto cada 20 horas a manos de agentes de alguna de las fuerzas. |