En horas de la madrugada del sábado 29 de mayo, se produjo un incendio de dos casillas en el sector 3 de la toma Casimiro de Neuquén Capital. Roxana, una de las vecinas que ha perdido todo, y logró salvar su vida y la de sus cinco pequeños hijes, conversó con LID.
En horas de la madrugada del sábado 29 de mayo, se produjo un incendio de dos casillas en el sector 3 de la toma Casimiro de Neuquén Capital. Roxana, una de las vecinas que ha perdido todo, y logró salvar su vida y la de sus cinco pequeños hijes, conversó con LID.
En plena comarca gasífera donde se ventea esa preciada energía, desaprovechándola para las necesidades humanas. Las familias en la intemperie, dependen de la leña, la electricidad clandestina, o la garrafa social, que nunca llega a todas las personas necesitadas.
Roxana Natalia Velazquez, es una de las cientas de vecinas que viven en la toma Casimiro en Neuquén Capital, desde hace más de un año. En la fría noche de la meseta donde se asientan las familias sin techo, se palia la situación con calefacciones tan precarias que pueden provocarse estos incendios en cadena. Una casilla se quema y la de al lado puede sufrir el mismo destino.
Roxana nos cuenta que, con sus cinco hijos, viven de la asistencia de la AUH que recibe solo por dos de sus niños, y que acaba de perder toda documentación para tramitar este subsidio de nación.
Su marido, ayudante de albañil, se encuentra desocupado a partir de la vuelta al aislamiento, que el gobierno de Gutierrez, alineado con el gobierno nacional, ha planteado, como única medida ante el estallido de casos de covid, y la imposibilidad de respuesta del sistema de salud en Neuquen.
No han recibido asistencia social de ningún tipo, al haber perdido su precario cobijo. Solamante la vecindad de Casimiro, el merendero y comedor que funcionan paliando el hambre de las nenas y los nenes, les dio abrigos y alimentos. Hasta el momento no saben donde se van a alojar, en la fría noche neuquina.
El gobierno les ofreció, meses atrás un monto de doce mil pesos, en concepto de alquiler, para que se retiren de la toma, una política que algunas familias han aceptado, pero que ya se conoce que no ha sido constante este auxilio, y que muchos han vuelto a la toma. En el caso de Roxana nos cuenta que es imposible alquilar en Neuquen por esa suma para una familia numerosa.
Desde que se quedaron sin trabajo, deambulan por el comedor de la cuenca quince para almorzar, los fines de semana van al comedor de la toma que sábados y domingos les brinda la cena. Por lo que relevamos, estos lugares comunitarios se sostienen por la ayuda solidaria mas que por la asistencia del estado.
Las familias de la toma son discriminadas, sin asistencia en cuanto a la salud, no existen controles sanitarios, no hay posta de salud, y si hay alguna emergencia sanitaria, primero llega la policía a verificar. No existe conectividad para que se puedan comunicarse con las escuelas en clases virtuales.
Muchas madres sufren de violencia intra familiar, y de abusos de varones en situación de calle. Las postergaciones hacen que se viva mucha degradación en las relaciones. Es difícil sin techo, sin trabajo ni alimentos, cumplir sueños, que no se construyen por méritos personales. Es necesario un plan social por parte del estado, que garantice vivienda, que de respuestas a la emergencia de las mujeres contra la violencia. Todo lo que sucede es consecuencia de una política conciente de los gobiernos.
Todo el cuadro de situación nos muestra que el estado está vulnerando derechos, a cientos de familias. Que al gobierno de la provincia y del municipio no les importan las vidas trabajadoras. Que las riquezas tienen un destino que no está ligado a las necesidades mas básicas del pueblo pobre.
El camino sigue siendo el que mostraron los sectores como los autoconvocados de salud, que en medio de su lucha heroica realizaron colectas, para las familias de Casimiro. También la gestión obrera de zanon que donó pisos al merendero “Los Peques de Casimiro”, y toda la solidaridad de la comunidad, que es el único apoyo para las sin techo. Porque es necesario que no se naturalice la precariedad de la vida, de sectores enormes de la población, que se están ampliando con el aumento de la pobreza, en Neuquen y en el país.
Estas familias también son ejemplares, resistiendo todas las tormentas, y luchando por una vida digna. Hay que dar pasos desde todos los sectores en lucha para coordinar y transmitir las tradiciones de la clase obrera, a las familias. Los desocupados y precarios pueden fortalecerse unificando sus reclamos.
Se puede ganar la batalla de conquistar una vida que merezca ser vivida.
Para contactarse por donaciones pueden hacerlo al número 299 6032500