Después de más de tres décadas de "política del hijo único", muy criticada por sus abortos y esterilizaciones forzados, China modifcó sus reglas desde 2016, permitiendo a todos los chinos tener un segundo hijo. El argumento dado por el gobierno es la necesidad de que se reactive la natalidad que ha disminuido considerablemente por importantes problemas sociales: el aumento del costo de la vivienda y la educación.
Las autoridades también mencionan factores como la fertilidad más tardía de las mujeres que privilegian su carrera profesional, exceso del número de hombres en relación con las mujeres debido a la preferencia tradicional por los hijos varones. "El rápido envejecimiento amenaza con convertir rápidamente a China en una sociedad anciana" parte de las conclusiones de una reunión del buró político del Partido Comunista encabezada por el presidente Xi Jinping.
La política de un solo hijo ha causado un desastre que tardará décadas en superarse. Por un lado, como resultado de esta política y de la tradición que favorece a los niños varones, hay actualmente 30 millones más de hombres que de mujeres. Por otro lado, la tasa de natalidad ha pasado a ser inferior a la tasa de reemplazo de la población, lo que hace que la proporción de personas mayores en la población aumente, convirtiendo a China en un país con un envejecimiento cada vez mayor.
En el año 2020, marcado por el coronavirus, el número de nacimientos cayó a 12 millones, contra 14,65 millones en 2019, año en el que la tasa de natalidad (10,48 por 1.000 habitantes) ya era una de las más bajas desde la fundación de la China comunista en 1949.
Recordamos que a finales de los años 1979, los dirigentes chinos descubrieron que la población se acercaba a los 1.000 millones de habitantes. En respuesta, el entonces hombre fuerte del régimen, Deng Xiaoping, impuso la "política del hijo único", con fuertes multas para los infractores, pero con flexibilizaciones para las minorías étnicas o familias campesinas cuando su primer hijo era una niña. En 2016 el gobierno reemplazó la política de un solo hijo por una política de “dos hijos”. |