El equipo de Santa Fe se impuso con holgura a un Independiente que buscó por momentos, pero con muchas dificultades para llegar limpio al arco de Burián.
Cuando a los 18 minutos la mano de Insaurralde interrumpió el trayecto de la pelota en el área, el Pulga enseguida pidió patear el penal. Aunque adelante tenía a un experto como Sosa, el número 10 pateó con todo el oficio y el potrero. Desde ese 1-0 empezó a dar la sensación de que Colón se afirmaba mientras que Independiente empezaba una carrera contra reloj y contra sus limitaciones.
Hubo alguna posibilidad de empate para el Rojo como un cabezazo del Chino Romero que despejó Burián, la pelota de de tiro libre de Lucas Rodríguez que se estrelló en el travesaño y un cabezazo de Roa que nuevamente cacheteó el arquero hacia afuera. Pero no tuvo mucho más. Y Colón avisó que pensaba estirar la diferencia cuando el Pulga hizo besar la pelota contra el palo izquierdo de Sosa en un tiro libre.
El segundo tiempo hubo un equipo desesperado y embarullado contra otro sereno y que buscó aprovechar ese estado de ánimo. Así, en una contra magistral Pierotti liquidó el pleito a los 22 minutos estampando el 2-0.
Colón hizo méritos durante todo el campeonato para colocarse en esta final. Fue el que mejor rendimiento tuvo en la fase clasificatoria y en la semifinal en San Juan demostró que sabe a lo que juega: aún cuando Falcioni trató de cambiar a un equipo más ofensivo, Eduardo Domínguez también cambió fichas ofensivas para el Sabalero y las cosas le salieron bien., Siempre propuso y jamás fue mezquino. Merecido finalista.
El viernes se medirá con un Racing que viene en racha, de menor a mayor, que en un partido anodino ante Boca definió mejor en los penales y llegó a la final. Será para la Academia o por primera vez para Colón: la final promete ser un acontecimiento ideal para cerrar esta Copa de la Liga. | 
