El incendio fue ocasionado debido a un cortocircuito que realizó la estufa de la vivienda, la cual se instaló en la pared de durlock durante la edificación de los edificios realizados por la Secretaria de Integración Social y Urbana del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el marco del Proyecto de Urbanización.
La falla produjo un chispazo que tomó el colchón de la vivienda y así se extendió el fuego. Apenas las vecinas y los vecinos alertaron, los bomberos voluntarios asistieron de inmediato a la vivienda para apagar el fuego y evacuar a las familias del núcleo 70. La asistencia de los bomberos no bastó ya que en el momento del incendió el barrio llevaba varias horas sin agua en el sector.
Como las vecinas y los vecinos vienen reclamando, desde hace años tanto los problemas de infraestructura, de hacinamiento, la falta de recursos no deja de seguir acrecentando más estos problemas. Los cuales se agravaron con la pandemia, junto a la agudización de la crisis sanitaria y económica. La falta de vivienda es uno de los problemas estructurales de la Villa 31, como de todas las villas y barrios populares de la Ciudad más rica del país.
Esta situación crítica, ante la falta de solución y de respuesta por parte del Estado para terminar con el hacinamiento, la falta de recursos tan imprescindibles en este contexto de pandemia como el agua, la luz ya se llevó la vida de cientos de vecinas y vecinos de estos barrios, como la Ramona Medina de la Garganta Poderosa, o la de Teodora Olloa hace unos días, ambas por Covid-19.
Muchas de estas familias son las que en el inicio del año 2020 perdieron sus puestos de trabajos con la pandemia y quedaron desempleadas, son las que durante este año no cobraron la IFE, son las familias que salen a hacer changas, y se la rebuscan para llevar un plato de comida a sus hogares, son también las mismas que se quedaron sin el plan de becas Progresar hace unos días, pero también son las familias que ante la profundización de la crisis se organizan para impulsar solidaridad. Así como también se organizan para luchar por trabajo y vivienda. Mientras el Gobierno niega los problemas de infraestructura, no da respuestas a sus reclamos, ni garantiza sus derechos básicos. |