A las 5 de la madrugada de este jueves 3 un impresionante operativo policial se presentó en las inmediaciones del barrio la nueva Unión para cortarle la luz. Se robaron más de 300 m de cable y varios postes de luz.
De esta manera los gobiernos de Espinoza y Kicillof dejan a cerca de 800 familias sin luz y sin agua en medio del frío y la pandemia. Dependen de la electricidad para encender las bombas y así tener agua para beber, cocinar e higienizarse. Algo ultra necesario, más aún en este pico de contagios de Covid y luego de que se inundaran por las tormentas de hace dos semanas, sin tener ni una sola ayuda del Estado.
Ya es un modus operandi de la policía y el gobierno este tipo de operativos ilegales que sin orden judicial alguna se presenta corta la luz y se roba las pertenencias de los vecinos. Es la única respuesta qué da el Estado a los vecinos: represión y quita de derechos. Son vecinos que por responsabilidad de las políticas de Estado viven de changas, del trabajo informal o precarizado y no tienen otros ingresos.
A ellos con total cinismo les dicen “quédate en casa” mientras los obligan a la precariedad de una casilla y encima les cortan la luz y el agua. Eso en estrategia militar se utiliza para vencer a un enemigo cortándole lo necesario para la vida y obligarlo así a rendirse. El gobierno se comporta como enemigo de los pobladores.
En esta cuarentena sin IFE el hambre está recrudeciendo: el %72,7 de los niños del conurbano son pobres. A ellos el gobierno del Frente de Todos les cortan la luz, el agua y el IFE. Lo poco que reciben no alcanza ni para la mitad del mes, por eso iniciaron campañas solidarias entre trabajadores y vecinos.
Es también violencia de género
Esta mañana mujeres del AMBA hicieron una manifestación en la Ciudad de Buenos Aires a 6 años del primer #NiUnaMenos. Allí participaron, entre otras, desde la Comisión de mujeres de Guernica y de Los Ceibos.
Lo hicieron bajo la Consigna “ni una menos sin vivienda” mientras reclamaban también por tener trabajo e ingresos de emergencia para alimentar a sus familias. Desde allí, estas mujeres junto a trabajadores de la energía mandaron su apoyo solidario a las vecinas y vecinos de la Nueva Unión ante este nuevo ataque del gobierno.
Muchas de las mujeres que fueron a tomar terrenos lo hicieron escapando de la violencia de género en sus hogares, y esta fue la forma que encontraron de resguardarse ya que el Estado no les provee ninguna alternativa o alternativas insuficientes.
En una actitud exactamente opuesta a la solidaridad de vecinos y trabajadores, la respuesta del gobierno es la violencia policial y quitarle el acceso a servicios básicos como la luz y el agua en medio de la pandemia y el frío, cuando por ley es potestad del Estado la provisión de servicios esenciales. Porque lo que está en juego en la pandemia, es el derecho a la vida.
A quiénes sí cuida el gobierno del Frente de Todos es a las ganancias de las empresas privatizadas: para ellos dispone a voluntad de tarifazos y personal policial. Niños con hambre, mujeres violentadas sin recursos… ellos deben esperar en casa - aunque no la tengan - una respuesta que nunca llega. Pero si Edenor se queja, la respuesta del Estado es automática e inmediata. Prioridades de un gobierno ajustador en medio de la pandemia.
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