El martes 1 de junio se reunió la comisión Vigilancia y Reglamento del Consejo Superior de la UNC dónde se lograron las firmas necesarias para que se trate en sesión un proyecto de declaración a favor de la absolución de los 27 estudiantes que irán a juicio acusados de "usurpación por despojo" por la toma del pabellón Argentina en el 2018.
La elevación a juicio oral de la causa por parte del juez Vaca Narvaja generó el repudio de amplios sectores de la comunidad universitaria pero también de un importante arco de organizaciones políticas, sociales, sindicales y de derechos humanos, referentes de la intelectualidad y la cultura. El hecho cobró repercusión nacional ya que no se registran antecedentes de juicio a estudiantes en el marco de una lucha masiva contra el ajuste en la educación como fue la del 2018.
La organización estudiantil viene sumando fuerzas y logrando que las autoridades universitarias tengan que pronunciarse ante semejante ataque. Si bien no está confirmada la fecha en que el Concejo Superior tratará esta declaración, y lo más probable es que la declaración que finalmente se ponga a debate sea muy limitada, este hecho es importante porque es la primera vez, luego de casi tres años, que el Consejo Superior deberá expedirse sobre este tema. Hasta ahora sólo se sabe que el oficialismo en el rectorado encabezado por Juri y Yanzi Ferreyra se negó a firmar el despacho, posición que anticipa que votarán en contra de cualquier pronunciamiento progresivo para la causa de las y los procesados. Cuestión que era obvia, teniendo en cuenta que el oficialismo de la UNC fue parte de impulsar la denuncia contra las y los estudiantes y sabemos que es muy difícil que algo progresivo pueda salir de esos órganos anti democráticos como es el Concejo Superior a menos que lo conquistemos con nuestra lucha. Sin embargo, algunas ausencias llamaron la atención y ameritan un debate.
¿Qué pasa con el decanato de Psicología? Un debate necesario
Uno de los decanatos que no firmó el despacho de la declaración que pide la absolución de las y los 27 estudiantes de la UNC es el de psicología encabezado por Patricia Altamirano. Llamó la atención que ni la decana ni su vice Raúl Gómez, referente del MST, hayan firmado el despacho. A esto se suma que fue el único decanato de los que se dicen opositores a Juri que tampoco acompañó el Amicus Curiae impulsado por la facultad de Filosofía (un amicus es un recurso judicial para colaborar con los imputados en una causa, mostrando que se acompaña su reclamo). Si bien está propuesta no se terminó presentando porque también fue frenado por sectores del kirchnerismo universitario, no deja de ser llamar la atención esas ausencias.
Para quienes desconozcan, Patricia Altamirano es la decana que encabezó en las últimas elecciones de rectorado el espacio “Avanzar” ligado a la agrupación estudiantil SUR, intentando presentarse como una tercera posición entre el oficialismo radical y la oposición kirchnerista. Sin embargo hasta ahora no se sabe muy bien en qué se diferencia del resto de las gestiones. Sin ir más lejos, durante el propio conflicto del 2018 desde la gestión de psicología se presionó activamente para bajar la toma en dicha facultad a la vez que brilló por su ausencia durante la toma del pabellón Argentina en momentos en que el oficialismo enviaba patotas sindicales para desalojar e inventaba amenazas de bombas para montar campañas mediáticas contra las y los estudiantes. Por todo esto no resulta raro que ahora se ausente nuevamente, aunque sea algo tan elemental como es firmar una declaración. Lo que sí llama la atención es que Raúl Gómez del MST también brille por su ausencia. O mejor dicho, su ausencia confirma las consecuencias que tiene integrar proyectos políticos sin independencia real del rectorado con fuerzas políticas como SUR que han pasado del juecismo (digamos, un pasado común con el MST) a ser parte del oficialismo provincial y nacional, y que se mueven por intereses de la rosca entre las gestiones y de los gobiernos, ajenos a la lucha del movimiento estudiantil y del pueblo trabajador. ¿Qué aporte hizo la alianza del MST con Altamirano y SUR a estás luchas? ¿En qué se benefició el movimiento estudiantil?
El MST justifica las alianzas con gestiones o sectores burgueses opositores como fue en el caso de Luis Juez planteando que es una vía para expandir las ideas y la organización de los socialistas, como si a partir de éstas se beneficiaran los estudiantes y el pueblo trabajador. Pero la resultante es que fortalecen a esas fuerzas políticas del régimen, llevando a sectores del movimiento estudiantil a confiar en que con esos proyectos políticos se puede transformar algo. El MST termina pegado por decisión o por el sólo hecho de mantener un cargo, a las políticas de esos espacios. En este caso el vice decano Raúl Gómez se mantiene ocupando un cargo de gestión sin que se le haya escuchado ni una tímida crítica a Altamirano.
Partiendo de que estamos involucrados en una lucha común por la absolución, siendo que los compañeros del MST también cuentan con compañeros imputados y hemos actuado en común para impulsar la campaña que venimos realizando, estos debates no son menores. La alianza con Altamirano que mantienen, ¿vale tanto como para hacer silencio ante estas posiciones de la decana? Si los compañeros, como imaginamos, no comparten la forma en la que Altamirano está actuando, ¿Por qué hasta ahora, como parte de la gestión de la facultad de Psicología, no han hecho ni siquiera un señalamiento a Altamirano por el rol que viene jugando? Lejos de ser una posibilidad para que el movimiento estudiantil avance, las alianzas políticas con estos sectores del régimen demuestra que en momentos importantes se vuelven en contra. Por eso nosotros reivindicamos las alianzas y los frentes políticos que mantienen una total independencia de las gestiones universitarias y los gobiernos como lo hacemos desde el Frente de Izquierda. |