El Apache resolvió, a los 37 años, ponerle punto final a su tercer ciclo en el club. Con 279 partidos jugados, 94 goles convertidos y 11 títulos. Fue ídolo, capitán, referente, y también simpatizante del gobierno de Mauricio Macri, eso no se puede ocultar.
Desde hoy, Boca se queda sin el principal referente de su plantel en la previa de los octavos de final de la Copa Libertadores.
A las 18 h de este viernes, se realizó la conferencia de prensa, donde el astro dijo adiós, aunque aclaró que no sabe si será definitivo. Leyó una carta emotiva en la que explicó que no está preparado mentalmente para seguir jugando a la altura de la exigencia que tiene un club como Boca. Contó que no pudo hacer el duelo de su padre, quien falleció hace tres meses después que contrajera covid-19, y se despidió de los hinchas.
"No voy a seguir en el club. No es una despedida, sino un hasta pronto. Porque siempre voy a estar para la gente Xeneize. Quiero irme como el Carlitos de la gente. Estoy lleno, estoy pleno. No tengo nada más para dar. Boca siempre me exigió el 120 por ciento y ya no estoy preparado para dar eso. Para mí Boca es el mejor club del mundo. Mi papá era de Boca, mi mamá, mi esposa y mis hijos", sostuvo.
Los últimos días entre el plantel se sabía que el Apache venía madurando una decisión, que su salida del club era una posibilidad latente. Su contrato, de hecho, vence el 31 de diciembre de este año, aunque incluye una cláusula que le permite rescindir a costo cero antes del 30 de junio.
"Para nosotros esto es un ’hasta luego’ y no un ’nunca más’. Vamos a dejar que se vaya de vacaciones y cuando vuelva intentaremos hacer un partido homenaje", contó el presidente de Boca, Jorge Amor Ameal, el encargado de abrir la conferencia de prensa.
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