Números preocupantes que muestran una situación laboral pésima en el periodismo porteño. Sueldos por debajo de la línea de la pobreza, pluriempleo, compatibilización de tareas del hogar con otras profesionales y aumento de los cotos para trabajar.
El Día del Periodista es una nueva ocasión para explicar la crisis que afecta a la actividad periodística. La relación entre el volumen de negocio de los medios de comunicación y la situación de los trabajadores de prensa, radio y televisión es directa. Como se trabajó en un artículo anterior, el mercado publicitario se retrajo y la economía del sector se resintió como nunca en la historia. El impacto sobre las condiciones laborales y el nivel de los salarios agravó un proceso constante de pauperización del trabajo de quienes producen la información y el entretenimiento que consumen los argentinos.
El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) realizó una encuesta a 900 trabajadores de medios (privados, estatales, autogestivos; digitales, radios y canales de televisión) de la Ciudad de Buenos Aires para conocer su situación laboral. El informe da un panorama completo y complejo de la situación precaria en la que la mayor parte de los periodistas realizan sus tareas, incluso de grandes medios de comunicación que facturan millones.
Uno de los números más impactantes de la encuesta muestra que el 55 % de los trabajadores de prensa cobra sueldos que se encuentran por debajo del valor de la canasta básica medida por el INDEC. El 80 % de los redactores en prensa gráfica gana por debajo de la línea de la pobreza. Si bien el sueldo promedio entre las tres ramas estudiadas es apenas superior a los $ 65.000, la mayor cantidad de trabajadores se encuentra en rangos y categorías laborales inferiores.
En prensa, el sueldo promedio es de $ 56.187, mientras en radio es de $ 56.000 y en televisión de $ 66.000. En radio, los trabajadores monotributistas representan al 60 % de la masa laboral y ganan sueldos promedio de $ 51.000. En televisión la relación se invierte: más de la mitad de los trabajadores gana por encima de los $ 100.000. Sólo el 8,2 % de los trabajadores encuestados respondieron que con su sueldo les alcanza para vivir. En esa lógica ingresa la práctica del pluriempleo: el 52 % de los trabajadores de prensa y radio tienen más de un trabajo. La principal razón para tener otro trabajo es que es la única forma de completar un sueldo digno. En televisión esta práctica es menos habitual: sólo el 29 % tiene más de un empleador.
La pandemia fue un cristalizador de los problemas laborales en los medios argentinos: el 62 % de los trabajadores tuvieron problemas para cobrar sus sueldos durante 2020. La mayor parte recibió sus sueldos fraccionados por el programa ATP donde el Estado abonó el 50 % de los sueldos de empresas afectadas por la crisis sanitaria. Otros recibieron su sueldo en cuotas sin asistencia estatal mientras una parte menor tuvo recorte en el monto recibido. Ante este panorama, resulta esperable que más del 70 % de los trabajadores de prensa escrita haya declarado que sus empleadores no le pagan las horas extras.
Otra forma de flexibilización laboral muy difundida en los medios porteños es la consideración y contratación como colaboradores o trabajadores freelancers para tareas estables y reiteradas en el tiempo. El 86 % de los trabajadores que son contratados bajo esta figura recibió sueldos por debajo de la línea de la pobreza mientras un 30 % tuvo menos trabajos que el año pasado y un 20 % cobró sus facturas con una demora de hasta 60 días.
Un apartado especial merece el impacto de la pandemia en la situación de mujeres y disidencias: el 58% cobra por debajo de la línea de la pobreza. El 81% declaró que dedica más tiempo a las tareas de cuidado de niños y niñas a cargo, así como las actividades de mantenimiento del hogar. Esto implicó, para el 93 % de las encuestadas, una afectación directa sobre la calidad de su tiempo de trabajo. Otra minoría afectada por la pandemia son los jóvenes. Sólo el 12 % de los encuestados tienen menos de 30 años. Pero significan el segmento etario más precarizado del mercado laboral: el 77 % cobra sueldos de pobreza, el 35 % es contratado de manera informal, un 57% tiene más de un trabajo y dos de cada diez fueron despedidos en los últimos años.
Los cuidados y el trabajo a distancia provocados por la crisis sanitaria son, por último, el otro gran aspecto que puede analizarse de esta encuesta. Más del 60 % de los trabajadores declaró que existen problemas para el respeto de los protocolos en sus lugares de trabajo. Por otra parte, el 67 % de los encuestados realizan teletrabajo con una penetración casi total en prensa escrita y por debajo del 50 % en televisión. Salvo Página/12 (con un bono de apenas $ 720), ninguna empresa porteña cubrió los gastos que conlleva el teletrabajo con, por ejemplo, pagos superiores a $ 2.000 en la contratación de servicios de conexión. El 60 % de los trabajadores debieron invertir en equipamiento (solo 4 de cada 10 recibieron las computadoras de las redacciones) para poder ejecutar sus tareas laborales.
El panorama de los trabajadores de medios en Argentina es preocupante. Los últimos garantes del derecho a la libertad de expresión en nuestras sociedades enfrentan situaciones de contratación cada vez peores y sueldos que sólo empujan a prácticas que pauperizan el producto final como el pluriempleo. En este escenario, y con la profundización de la crisis que produjo la pandemia del COVID-19, parece más necesario que nunca debatir de qué forma se garantizará la supervivencia del periodismo profesional e independiente en un ecosistema que genera cada vez menos oxígeno para que esta actividad sobreviva. Nuestras sociedades necesitan periodistas. Y los periodistas necesitan sueldos y condiciones de trabajo dignas.