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Ciudad de México, a 08 de junio de 2021
Boletín de Prensa
A 50 años del crimen de Estado del 10 de junio de 1971
La masacre del 10 de junio de 1971 es un hecho represivo que claramente desenmascaró la política genocida del Estado mexicano encaminada a destruir total o parcialmente a la disidencia política, es decir, a descabezar, desarticular o arrasar a los sectores sociales y grupos críticos de las prácticas imperantes.
Hacemos un llamado al Estado Mexicano para que en el caso del 10 de junio promueva ante las autoridades encargadas de procuración de justicia, la reapertura del juicio contra el expresidente Luis Echeverria Álvarez y demas cómplices en esta masacre y las que le siguieron en el periodo de la Guerra Sucia. Es una deuda de justicia que tienen con los jóvenes del pasado y los jóvenes del presente.
Una pinta emblemática en letras blancas, justo en la barda de la Normal en la Avenida de Los Maestros y la avenida Tacuba, hacía referencia al ataque militar del 2 de octubre de 1968: NO OLVIDAMOS, decía y paradójicamente este fue el escenario en donde se inició la nueva agresión a una marcha estudiantil en la que perdieron la vida 36 jóvenes y fueron desaparecidos muchos más cuyos nombres aún no conocemos.
Pero a diferencia de lo ocurrido en la Plaza de las Tres Culturas, cuando el Ejército y sus tanquetas fueron los protagonistas más evidentes de la agresión, esta vez los jóvenes camuflados de estudiantes llamados “Halcones” fueron los ejecutores visibles del ataque; ellos irrumpieron con varas de bambú, antes de usar sus armas de grueso calibre. En todo momento estuvieron comunicados con los patrulleros y en perfecta coordinación con francotiradores apostados en las azoteas y con los retenes de la policía del DDF que prepararon el terreno de la emboscada. Fue la prueba obvia de la instalación de agrupaciones paramilitares financiadas y dirigidas desde el Estado mexicano.
Después vinieron agresiones en contra de otros sectores sociales movilizados, la Guerra Sucia contra el Pueblo que produjo infinidad de muertes y desapariciones, torturas impúdicas, que aún hoy permanecen impunes. Después ocurrieron masacres como Aguas Blancas, El Charco, Acteal, Tlatlaya, Tanhuato y otras, muchos otros casos; más recientemente la brutal agresión en contra de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Gro. Con hechos criminales que cegaron la vida de varios jóvenes y por los que todo México reclama la presentación con vida de 43 jóvenes estudiantes desaparecidos.
Todos estos hechos represivos permanecen impunes, en todos ellos han intervenido fuerzas públicas del Estado y siempre hay junto con ellas la presencia de fuerzas militares.
Los homenajes, los monumentos y las inscripciones en los muros de Honor del H. Congreso de la Unión deben entenderse como un reconocimiento a la justeza de las demandas enarboladas por las y los estudiantes en 68 y en 71.
Estos reconocimientos vienen de los más altos órganos de representación política de México, por ello, exigimos que los mismos se traduzcan en acciones de la Fiscalía General de la República para procurar la acción de la justicia en estos casos.
Que los responsables intelectuales y materiales de la represión rindan cuentas y sean llevados ante los jueces para que declaren y digan lo que saben al respecto y podamos así, al fin conocer la verdad sobre estos hechos criminales. Solo así estaremos poniendo fin a la impunidad y estaremos también garantizando la no repetición de los actos de violencia en contra del pueblo por cualquier razón y más bien por la sinrazón que guía los actos represivos.
En esta conmemoración numero cincuenta, nos hemos coordinado colectivos y organizaciones estudiantiles, populares, sociales y sindicales con el propósito de hacer frente a las violaciones de derechos humanos y política criminal que se está ocurriendo en el país. Condenamos la impunidad prevaleciente en torno a los crímenes del pasado porque a través del encubrimiento y protección a los exfuncionarios responsables de agravios contra la población, se ha dado paso a la facilidad de reiteración de otros crímenes de Estado, generando una larga lista de agravios ante los que la justicia siempre ha estado asusente.
Desde hace más de un año, la humanidad ha atravesado por una de las crisis sanitarias y económicas más profundas en décadas. La precarización laboral se agravó, afectando a la clase trabajadora, tanto en el sector privado como en público, donde se han producido recortes masivos de las plantillas laborales. En plena pandemia, hay sectores que se han mantenido en pie de lucha, como la huelga del Sutnotimex, o las luchas del sector salud, cultura, y trabajadores precarizados como los repartidores, el Sindicato Mexicano de Electricistas, con las demandas de reinserción laboral en CFE de toda la RESISTENCIA y reafiliación en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
La actitud de los gobiernos federal y locales al apresurar el regreso a clases presenciales, es una negligencia criminal, al no tener en consideración que al menos para finales de abril, según cifras oficiales, en México se habían registrado más de 120 mil casos en menores de 0 a 19 años, de la mano con que hay escuelas que no cuentan con la infraestructura como aulas o agua potable para hacer un regreso a clases presenciales seguro.
A su vez la represión al sector estudiantil continúa y se agudiza cada vez más, los ataques al normalisimo rural y particularmente a la Normal Rural de Mactumactzá en Chiapas y la Normal Rural de Teteles en Puebla, con el objetivo de desaparecer su proyecto crítico y popular. Asimismo, por años los recortes presupuestales han afectado a más de 15 Universidades Estatales, así como a la Escuela Nacional de Antropología e Historia. En los últimos meses el movimiento de profesores y ayudantes #UNAMNoPaga, en contra de la precarización laboral y por derechos laborales, destapó una política de subcontratación y salarios miserables es decir de outsourcing.
Solicitamos ante las autoridades federales dialogo público, abierto y transparente con los sectores movilizados y reprimidos en estos momentos, que se escuche de voz de los jóvenes estudiantes su proyecto de educación necesario para el País, exigimos parar las campañas de criminalización y persecución política.
En 2020, bajo la cortina de humo de una guerra contra las drogas que fue diseñada no para ganarla sino para que se sostenga en el tiempo, ya con la seguridad pública bajo supervisión y control de militares y la seguridad nacional dependiendo de los criterios del gobierno norteamericano, advertimos a la población sobre la ocupación militar de los espacios de la vida nacional. Los casos de feminicidios en el país, crecen exponencialmente, y parece que la pandemia y el confinamiento, son los perfectos aliados, urge un pacto nacional para detener las violencias contra las mujeres.
El pasado 27 de mayo, fue desaparecido Tomás Rojo, ingeniero agrónomo, líder yaqui, promotor del desarrollo de su pueblo, defensor de los territorios indios, defensor del agua y de los derechos humanos de aquélla Tribu heroica. Exigimos su inmediata presentación con vida y que sea devuelto a su casa, al seno de los suyos.
En el caso de nuestro compañero Cesar Montes demandamos que las autoridades del Instituto Nacional de Migración y a los elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Marina, que intervinieron en su ilegal detención y posterior entregaron a las autoridades de Guatemala, sean investigadas por la Fiscalía General de la República por su responsabilidad en el delito de abuso de autoridad y se abran los procedimientos penales correspondientes y que la Auditoría Federal de la Federación, inicie los procedimientos administrativos para sancionarlos por infracción al artículo 7 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
Hoy la demanda de Verdad, Memoria y Justicia, nos une a nuestro presente en que la represión y el autoritarismo, nos convoca a luchar por el estado de emergencia que enfrenta el pueblo; por eso, nos unimos a las voces de las víctimas de la violencia de estado, para que lleguemos juntos a la verdad y justicia
Como hace 50 años, recuperemos la combatividad, las lecciones y la memoria histórica de la generación del 71. Alcemos en un solo grito las voces de todo un pueblo, pues somos un pueblo que ya no tiene más que perder, pero sí mucho por ganar.
Nuestra jornada de actividades iniciará a las 11:00 de la mañana haciendo una visita particular a la casa del expresidente genocida Luis Echeverría Álvarez, el punto de salida será en la Plaza Lidice en la CDMX. Y en punto de las 16:00 horas saldremos del metro normal y rumbo al zócalo en donde realizaremos un mitin para que las demandas del pueblo resuenen en la plaza más importante del país.
¡Por la verdad y la justicia contra la impunidad!
Comité 68 ProLibertades Democráticas
Coordinación de la conmemoración 50 del crimen de estado del 10 de junio de 1971
Federación de Estudiantes Campesinos y Socialistas de México, Coordinadora Internacional de Solidaridad y por la Libertad de los Presos Políticos Revolucionarios del Mundo, Confederación de Estudiantes de México, Central de Estudiantes Universitarios, Jóvenes ante la Emergencia Nacional, Consejo de Representantes Estudiantiles de la FES Cuautitlán, Coordinadora 1ro de Diciembre, Agrupación Juvenil Anticapitalista, Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre, Sindicato Mexicano de Electricistas, Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas, Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México, Profesores en lucha de la UAC y UNAM.
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