En la sucursal de Ribeiro ubicada en 25 de Mayo y Córdoba, a dos cuadras de la Casa de Gobierno, 30 trabajadores vienen denunciando su crítica situación. Hace 90 días que viven en la incertidumbre no solo porque peligran sus fuentes laborales sino también porque la empresa solo le viene depositando $2000 pesos y las cuentas de los servicios ya no las pueden seguir pagando.
Muchos tienen familias que mantener y han tenido que buscar emprendimientos individuales o salir a hacer changas para poder tener algún sustento. El grueso de los empleados tiene más de 10 años de antigüedad. La empresa recibe la ayuda del Gobierno a través del plan REPRO por lo que los empleados cobran una vez al mes $9000. Sin embargo, la semana en que el gobierno hace el depósito, la empresa no les realiza el pago de los $2000 o $3000 que vienen cobrando semanalmente aludiendo que ya tiene un sueldo acreditado.
Los trabajadores también denunciaron a este diario que la obra social los ha dejado sin coberturas, por los que se tuvieron que hacer cargo de pagar los gastos médicos y de la compra de medicamentos. La empresa se había comprometido a cubrirlos pero viene adeudando medicamentos desde diciembre.
La empresa continúa sin responder ante la crítica situación de los trabajadores y está utilizando la pandemia como principal razón para suspender, despedir y no pagar los sueldos. De hecho tampoco se ha hecho presente en las audiencias pactadas en la Secretaría de Trabajo.
Hasta el momento el Gobierno vía la Secretaría de Trabajo no ha tenido un rol determinante para cambiar el curso de los hechos. La Casa de Gobierno ha abierto sus puertas para recibir a la Cámara de Comercio y brindar una respuesta a sus reclamos pero a los empleados de comercio como los de Ribeiro solo les ha otorgado la ínfima suma de $3500, paliativo que solo alcanzó para 12.500 trabajadores del rubro y que no contemplaba a los trabajadores en negro.
Este problema se presentó desde mucho antes de que inicie la pandemia. Ya en junio del 2019 había hecho la presentación de un preventivo de crisis y desde fines de ese año que los sueldos los viene pagando en cuotas sin respetar las paritarias.
A nivel nacional la firma Ribeiro viene cerrando sucursales, utilizando la misma modalidad en todas la provincias. Adeuda salarios y no brinda respuestas por ningún medio de comunicación y cuando decide cerrar el local lo hace sin garantizar los salarios adeudados, ni los puestos de trabajo. Esta es una empresa que hasta el 2019 contaba con 85 locales en todo el país y tenía 1500 empleados.
El SEOC hasta el momento solo viene acompañando pasivamente las medidas que llevan adelante los trabajadores. Frente a estos hechos el sindicato debe aumentar las medidas de fuerza, unificar las luchas de los trabajadores de Ribeiro, Compumundo y Garbarino con una asamblea común para discutir acciones unitarias. Y también que el sector autoconvocados de comercio, quienes salieron a luchar por el horario corrido, rodeen de solidaridad estas luchas ya que de esa manera van a evitar que otras empresas avancen imponer condiciones de trabajo cada vez más precarias.
La Red de Trabajadores Precarizdxs, desocupados e informales apuesta a que el conjunto de los trabajadores pueda coordinar entre todos los sectores que se ven afectados (gastronomicos, callcenter, Mercado del Norte) y unir a todos los que las empresas y los sindicatos mantienen separados, para tomar diferentes medidas de luchas y asi enfrentar las condiciones que degradan sus vidas, apuesta a una pelea donde consignas como "Basta de despidos y suspensiones", "Basta de trabajo en negro y por un salario igual a la canasta familiar", "IFE de 40.000 para todo aquel que lo necesite", sean las que se le impongan a los sindicatos, gobierno y empresario para que den una respuesta. | 
