Cuando me propusieron trabajar en la campaña de vacunación dije que sí sin pensarlo. Me acababa de recibir después de años de estudio e iba a ser mi primer trabajo dirigido a la salud. Hice lo que tenía que hacer: asistí a las reuniones, fui a las capacitaciones, entregué toda la documentación que pedían y llené los formularios de apertura de cuenta.
Cuando ingresamos a trabajar, hace cuatro meses, nos dijeron que íbamos a cobrar todo en 60 días, pero no fue así. Pasamos los 60 días después de haber entregado los papeles por tercera vez y a las dos semanas cobramos un solo mes por caja porque, no habían abierto las cuentas. Al mes siguiente pasó lo mismo y es el día de hoy que algunos compañerxs siguen sin cuenta en el banco.
Todavía no siguen debiendo un mes pero ¿qué podemos hacer? Si, cuando buscamos organizarnos para poder reclamar lo nuestro, pagos en tiempo y forma, respeto, condiciones laborales decentes, ¿qué recibimos? Amenazas. "Hagan lo que quieran y acepten las consecuencias negativas" nos dicen.
Nosotros ya estamos viviendo consecuencias negativas. Cuando nos levantamos y no tenemos para desayunar o para darles de comer a nuestros hijos. Cuando nos subimos al colectivo sabiendo que no tenemos carga en la sube, porque los $1000 que nos tiraron hace dos meses no son eternos. Pero de alguna manera llegamos, nos ponemos el ambo y trabajamos, pero a esta altura no hay ambo que aguante.
Con este descargo quiero poder llegar a todos ustedes y que nos ayuden a visibilizar nuestra situación. Porque, mientras Achával se pasea sacándose fotos y promocionando la vacunación, lxs que trabajamos en esta campaña no cobramos y, a veces, no tenemos ni para comer. La bolsita con mercadería que nos tiraron como premio consuelo tampoco es eterna.
Cuando pedimos explicaciones con respecto al pago nadie sabe nada y nos tratan mal, nos denigran y nos amenazan con echarnos. Nos separan y nos cambian de puesto. Nos ponen entre la espada y la pared, diciéndonos que los pacientes no tienen la culpa, cuando decimos que no vamos a trabajar más en estas condiciones. ¡Y claro que no! Claro que el paciente no tiene la culpa. Pero entonces, ¿quién la tiene? ¿Quién se encarga? ¿Quién es el responsable de nuestra condición laboral tan precarizada?
Todos los días pienso en qué contentos se van los vacunados, pero ¿y lxs vacunadores?.
Por eso les vuelvo a pedir que hablen, que cuenten, tratemos de visibilizar lo que pasa en los vacunatorios. Necesitamos que esto se sepa y para eso necesitamos su apoyo. |