La reducida capacidad del estadio Norberto Tomaghello no impidió que el público local traduzca en cánticos una fiesta futbolera. Porque más allá de que la algarabía nacida con la aparición de los equipos en la cancha haya sido empañada por la derrota del conjunto local, los hinchas jamás se resignaron a alentar.
Y fue así que, tal vez impulsados por el frenético empuje del público, ambos conjuntos exhibieron los mejores momentos del primer tiempo en los 18 minutos iniciales.
Sólo a 13 de comenzado el encuentro, a esa hinchada apostada en las tribunas le explotó en su boca el primer grito de gol. Un buen pase largo desde la izquierda de Fernando Camacho fue bien dominado por Ciro Rius, quien definió por sobre el cuerpo del arquero Fernando Pellegrino, estrellando la pelota en el travesaño. En el rebote, Julio Rodríguez solo tuvo que empujarla a la red.
A pesar del bullicio que perduró en el ambiente producto del gol, San Lorenzo no se dejó intimidar y reaccionó al poco tiempo. Cinco minutos después de haber sacado desde el medio, los dirigidos por Edgardo Bauza llegaron a la igualdad a través de un centro lanzado desde la esquina derecha. Enzo Kalinski remató de cabeza y exigió al arquero Pellegrino, quien dejó corto el rebote que fue bien aprovechado por el defensor Mauro Cetto para decretar la igualdad.
Este último tanto del equipo visitante pareció haber anestesiado las intenciones de ambos equipos por ganar el partido. Los locales mostraron alguna pretensión a través de jugadas aisladas pero que poco inquietaron al arco rival. Y fue así, que la primera etapa se fue consumiendo entre imprecisiones y nerviosismo. Llegando al pitazo que determinaba el comienzo del descanso con más dudas que certezas.
Ya en la segunda mitad, Defensa y Justicia siguió insistiendo con la idea que había propuesto en el primer tiempo: salir jugando desde abajo pretendiendo hilvanar jugadas con la pelota al ras del piso. Si bien la iniciativa era buena y futbolísticamente estética, careció de precisión al momento de llevarla a cabo y trajo consecuencias.
¡Y vaya consecuencias las que produjo! A los once minutos, un desacierto en uno de los pases de las tantas fallidas salidas del equipo dirigido por Darío Franco terminó en los pies de Néstor Ortigoza, quien no dudó en habilitar rápidamente la carrera de Mauro Matos para que éste quedara mano a mano con Pellegrino y rematara de zurda, cruzado, ante la atónita mirada de la defensa mal parada del dueño de casa.
Rapidito nomás, inmediatamente después del gol, “El patón” Bauza dejó ver sus intenciones de aguantar el resultado. Sacó al delantero Martín Cauteruccio e hizo ingresar al defensor Matías Catalán, resignando el ataque solamente en los pies de Matos.
Por su parte, el técnico Franco buscó más presencia ofensiva con el ingreso de Leandro González por el mediocampista Nicolás Bertocchi.
Sin embargo, la acumulación de gente en ataque por parte de Defensa y Justicia no se tradujo en acierto y debilitó al mediocampo. Lo que proporcionó espacios para que Leandro Romagnoli, a los 27 minutos del complemento, regalara un destello a los ojos del fanático futbolero. El volante habilitó a Kalinski a través de un pase maravilloso, luego de hacer una pausa y acumular defensores rivales en torno al balón, para dejarlo solo, con el tiempo necesario para elegir el lugar en donde ubicar la pelota y gritar el tercero.
Con el 3 a 1 estampado en el marcador, San Lorenzo renunció definitivamente al ataque con el ingreso de dos defensores más: Gonzalo Prósperi por Gonzalo Verón y Ramiro Arias por Romagnoli. De este forma, los de Boedo terminaron el encuentro con una línea de cinco defensores aguantando las arremetidas de un desprolijo Defensa y Justicia, con ideas predecibles, que sólo estuvo cerca de descontar a los 41 por medio de dos remates, en la misma jugada, que se estrellaron en el mismo palo: un cabezazo de Emir Faccioli y un inmediato derechazo de Rius.
Quizá, la diferencia en el marcador haga suponer que la superioridad de San Lorenzo fue amplia; sin embargo, lo cierto es que la disparidad en el resultado fue producto de, simplemente, la contundencia a la hora de resolver ante el arco rival. Enarbolando la imprevisibilidad que tan arraigada está en este deporte, en el que generar más no implica concretar más, los de Boedo sacaron provecho.
Defensa y Justicia remató al arco 16 veces, mientras que San Lorenzo solo lo hizo en 7 ocasiones.
[Empezó ganando el Halcón. Defensa y Justicia 1 – San Lorenzo 0 https://www.youtube.com/watch?v=y_N2OnGcTPw]
[Empate del Ciclón. Defensa y Justicia 1 – San Lorenzo 1 https://www.youtube.com/watch?v=L5iJYz-nP1E]
[Gol de Matos para los de Boedo. Defensa y Justicia 1 – San Lorenzo 2 https://www.youtube.com/watch?v=IA-T63NWF3M]
[Kalinski estira la ventaja para el azulgrana. Defensa y Justicia 1 – San Lorenzo 3
https://www.youtube.com/watch?v=lf-JMwlAZfI] | 
