Tras el escándalo y el extendido repudio a sus frases racistas y colonialistas, Alberto Fernández sobreactúa su respuesta. Este jueves por la tarde envió una carta al Inadi Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) para que ese organismo analice si sus declaraciones implican discriminación. Este se encuentra presidido por Victoria Donda.
En el texto el presidente intenta rescatar sus dichos al mismo tiempo que vuelve a pedir disculpas por las ofensas que pudo haber causado. Al mismo tiempo, reitera sus “convicciones profundas y sentidas sobre la población argentina y latinoamericana”.
Entre otras cosas, Fernández señala que su frase de este miércoles “ha sido interpretada por algunos de un modo que contradice mis acciones y nuestras decisiones de gobierno”. En ese marco, agrega “me permito poner a su consideración estas reflexiones a los fines que usted considere que correspondan”.
En la carta, Alberto Fernández también indicó que su cita hacía referencia a la Argentina como "uno de los países del mundo que más inmigración europea recibió". Al mismo tiempo, señaló que eso no implica desconocer "las situaciones de violencia y genocidio que hubo a lo largo de nuestra historia" hacia los pueblos originarios.
El intento presidencial de limitar el daño auto-infligido va de la mano de una sobreactuación más que evidente. Por más que el Inadi defina que no hubo discriminación en sus palabras, nada podrá borrador la ofensa que sintieron sectores amplios. |