La Fundación Iguales realizó la encuesta #SomosFamilia, estudio que arrojó resultados preocupantes para la comunidad y familias homoparentales, ya que vienen exigiendo el reconocimiento de filiación de sus hijos e hijas.
La encuesta fue realizada en 12 regiones del país, con 189 familias encuestadas, de las cuales un 32,9% tiene necesidad de reconocimiento de filiación por quien contesta; un 32,9% por la pareja y un 0,8% por una ex pareja. Esto refleja que un 66,6% de las/os hijas/os tiene la necesidad de reconocimiento de filiación por parte de una madre o un padre.
Además de esta problemática de discriminación, le debemos sumar la responsabilidad del Estado que, por un lado, le pone urgencia al matrimonio igualitario, pero no se hace responsable hasta el final con las familias que ya existen, porque el 41,1% de las familias dice ser discriminada en los beneficios sociales, eso significa ninguna ayuda en medio de una crisis sanitaria; y, por otro lado, un 27,1% tiene discriminación en el registro civil.
Sebastián Piñera le pone urgencia a un proyecto que lleva años en el parlamento durmiendo, tan solo para salvar su gobierno, pero salió perdiendo, ya que su aprobación está por el suelo y los sectores más reaccionarios de la derecha y la Iglesia están en contra del proyecto.
El Gobierno quiere seguir entregando migajas para la diversidad sexual, como lo hicieron con la identidad de género, donde aún sigue existiendo discriminación por ejemplo a la hora de buscar trabajo y la precariedad frente a la vida, donde no sólo vivimos, sino que también sobrevivimos.
Como agrupación de mujeres y diversidad sexual Pan Y Rosas, hemos estado en las calles junto a trabajadores y jóvenes en contra de este Gobierno, que ha precarizado más aún nuestras vidas, asesinado a compañeros y compañeras por luchar; pero tampoco hemos olvidado a nuestros compañerxs que están presxs de la revuelta y mapuche.
Es en ese sentido que este mes del orgullo debe ser diferente, debemos retomar los caminos de las movilizaciones y coordinación entre sectores, como lo hicimos en el Comité de Emergencia y Resguardo en Antofagasta durante el estallido social, como las enseñanzas que nos dejó la revuelta de Stonewall que salió en contra la represión o como la lucha que dio la comunidad LBGTBIQ+ junto a los trabajadores británicos contra el gobierno. Es por que debemos exigir a la Convención Constitucional que desconozca las reglas del acuerdo por la paz que le dio un salvavidas a Piñera, además de no sesionar un segundo mientras existan presos políticos; esto en la perspectiva de retomar la lucha por una verdadera Asamblea Constituyente Libre y Soberana, para que sean las y los trabajadores, las mujeres, estudiantes, disidencias sexuales y los pueblos originarios, quien seamos les que tomemos las decisiones sobre los reales problemas del país y nuestras vidas. |
