Este sábado 12 de junio se conmemoró el "Día mundial por la erradicación del trabajo infantil". En este diario presentamos un dossier que da cuenta como en pleno Siglo XXI, más de 160 millones de niños y niñas en el mundo son explotados laboralmente.
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El Jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el Ministro de Trabajo Claudio Moroni, presentaron un "programa para la erradicación de la explotación laboral infantil", en un acto en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada.
Estuvieron también presentes Pamela Ares, presidenta de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (Conaeti); Marisa Graham, defensora de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Nación; representantes de centrales obreras de Red de sindicatos para la erradicación del trabajo infantil; representantes de la Red de empresas para la erradicación del trabajo infantil, la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y Unicef.
Se trata del Programa de Fortalecimiento Federal para la Erradicación del Trabajo infantil - "Promotores de Infancias Libres de Trabajo Infantil", que consiste en el otorgamiento de 300 becas con el fin de "desarrollar intervenciones de manera articulada con la Copreti (Comisión para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil), organizaciones de la sociedad civil, sindicatos y empresas, en localizaciones territoriales o en cadenas de valor que presenten riesgos de utilización de trabajo infantil".
De acuerdo a la informado, la iniciativa está "dirigida a 400 líderes y lideresas de todas las provincias capaces de hacer más efectivas las estrategias de prevención y detección del trabajo infantil y trabajo adolescente en condiciones no protegidas".
Las funcionarias y funcionarios presentes tomaron la palabra y al escucharlos parecía que no fuesen parte de la fuerza política que gobernó durante años tanto el país como muchas de las provincias, incluida la de Buenos Aires, donde los índices de pobreza infantil son alarmantes y empujan en forma temprana a niñas, niños y adolescentes a las peores formas de explotación laboral.
Programas con nombres progresistas y discursos en el mismo sentido chocan contra el enorme muro de la realidad. En el país la pobreza alcanza al 62,9 % de niños, niñas y adolescentes y en la provincia de Buenos Aires la cifra alcanza al 75%.
Sin embargo, durante el acto el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero no se sonrojó para afirmar: ""La defensa de los derechos de niños y niñas en el país la tenemos como bandera".
Pero lo cierto es que tanto el Estado como los empresarios y los sindicatos son responsables de que en distintas actividades económicas en todo el país, niños, niñas y adolescentes sean explotados laboralmente, en muchos casos junto a sus familias.
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Tal es así que ni siquiera los datos oficiales están actualizados. A nivel nacional las últimas cifras corresponden a 2017. Hace unos días se dio a conocer una encuesta realizada por la OIT, Unicef y el Ministerio de Trabajo, que arroja que la explotación laboral infantil se duplicó durante la pandemia.
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En la provincia de Buenos Aires ni siquiera existen datos oficiales, recién hace unos días el gobierno de Axel Kicillof anunció que realizarán el primer informe al respecto.
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¿Contra la explotación laboral infantil?
Para mostrarse "políticamente correctos" desde distintos organismos internacionales y dirigentes de los partidos capitalistas locales, las señales que intentan darse son en el sentido de mostrar preocupación e iniciativas que no conducen a nada.
Pero lo cierto es que tan sólo con conocer la cifra de 760.000 niños y niñas que trabajan, puede concluirse que esta realidad estuvo a la vista durante años de todos los gobiernos, que dejan hacer a empresarios que ganan fortunas, que con la complicidad de los sindicatos como la UATRE permite semejante explotación en pleno Siglo XXI.
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Entendemos que la problemática del trabajo infantil no puede desentenderse de la situación socioeconómica de las familias trabajadoras y sectores populares. La pandemia no es la responsable de que las familias sean tomadas como “unidad productiva” por parte de los empresarios, y que los hijos de la clase trabajadora sean explotados laboralmente.
La responsabilidad es de un gobierno que insiste en seguir negociando con el FMI y pagando una deuda que no contrajo el pueblo trabajador. Más que nunca hay que apoyar medidas como las del Frente de Izquierda que exige la inmediata restitución de la IFE de $50.000 para las familias que se quedaron sin empleo.
Son necesarias la aplicación de medidas que apunten a provocar cambios estructurales para revertir la tendencia al crecimiento de la pobreza. |