Este martes la selección francesa ganó por 1 a 0 a Alemania en su debut en la Eurocopa. Pero la noticia no fue esa. Elegido “mejor jugador del partido”, copó todas las cámaras en la conferencia de prensa. Quizás algunos estaban atentos a qué podía suceder, luego de que Cristiano Ronaldo, una de las máximas estrella del fútbol mundial, quitó dos pequeñas botellas de Coca-Cola de la misma mesa. “Agua sí, Coca no” dijo en ese momento.
Ese gesto había provocado una caída del 1,6% para la compañía de bebidas gaseosas en un mercado bursátil ya bastante convulsionado. 4000 mil millones de dólares.
Paul Pogba dejó las botellas de Coca, pero retiró la de cerveza Heineken, otro de los patrocinadores del torneo. No hizo ningún comentario.
Enseguida los medios señalaron que es probable que el jugador del Manchester United lo haya hecho por sus “creencias religiosas”. Pogba es musulmán practicante, incluso hizo una peregrinación a La Meca en 2018. El alcohol, aseguraron esos medios, no es acorde con sus prácticas religiosas.
Otro detalle saltó enseguida: se trataba, como es lógico, de una botella de cerveza sin alcohol conocida como “0.0”.
Lo cierto es que la actitud generó polémica. Si es cierto que los jugadores están contra las marcas, si promocionan productos sanos, su ética, etc. Los grandes medios buscaron proteger enseguida a los grandes patrocinadores de la Eurocopa. En medio de un torneo particular, por la pandemia, gran parte del negocio surge de la televisación y los sponsors. El fútbol negocio, con un plus. Las grandes figuras no son ajenas a ellos, se sabe.
En cambio pocos recordaron que, con la excusa de la pandemia, hace pocos meses la marca de cerveza holandesa despidió a 8000 trabajadores y trabajadores en todo el mundo. Esos sí que perdieron. Pero no hubo polémica.
Ahora la pelota queda picando: ¿cuál será la próxima marca en sufrir un desaire de los ídolos de la redonda? |