Durante la madrugada de hoy jueves, un grupo de cerca de cien trabajadores instalaron un acampe frente al Centro de Distribución de Garbarino en La Tablada, partido de La Matanza, en reclamo por salarios y aportes adeudados.
Como venimos mostrando en La Izquierda Diario, esta acción se inscribe dentro de una serie de medidas que los trabajadores vienen tomando ante los ataques de la empresa, que busca “reconvertirse” hacia el comercio virtual, flexibilizando y despidiendo a parte de sus más de 4000 empleados. Una verdadera reforma laboral en los hechos.
Erica Salazar, trabajadora de la sucursal Morón y delegada del gremio SEOCA explica: “Decidimos hacer esta medida de fuerza porque nos están adeudando salarios, esa situación la estamos pasando hace más de una año y al día de la fecha nos están debiendo la mitad del sueldo de abril y el sueldo de mayo”.
“Además de eso se suma la falta de pago de aportes, del bono, del aguinaldo y la incertidumbre por el hermetismo que maneja la empresa en cuanto a en manos de quien está y qué van a hacer con todos los puestos de trabajo, porque venimos padeciendo cierre de sucursales en todo el país”.
En cuanto a la actitud del gobierno hacia el conflicto, comenta: “se hizo una presentación en el Ministerio de Trabajo de Nación. Se llevaron a cabo algunas audiencias pero ninguna logró destrabarlo”.
Recordemos que tras la audiencia en el Ministerio de Trabajo, la empresa tenía la obligación de pagar la totalidad de los salarios adeudados. Sin embargo el gobierno nacional dejó pasar el incumplimiento sin aplicar sanciones. Siendo, además, que esta empresa se vio beneficiada con distintos tipos de subsidio como en su momento con el ATP.
Pablo, también trabajador de Garbarino, agrega: “La estamos pasando bastante mal por todo lo que implica no tener capital. Ni hablar de los que tuvieron que perder alquileres. Hace poco murió por covid de un compañero de la sucursal de Merlo. Hay obras sociales impagas, tenemos compañeros que se repusieron de cáncer de pulmón y les cortaron el ingreso para los medicamentos.”
Y continúa: “Lamentablemente llegamos al punto de tener que tomar a esta medida, de madrugar, en medio de esta pandemia, con frío, sin un peso, organizándonos. Llega un punto de cansancio de unirse como sea y afrontar las consecuencias, porque lamentablemente esto ya no da para más”.
Consultado acerca de cómo ve la posibilidad de recibir el apoyo de otros sectores para unificar la lucha, Pablo responde: “Yo considero que sí, siempre y cuando sea lucha colectiva es un buen ejemplo a seguir”
Por último, Marcos afirma: “Vamos a seguir tomando medidas de lucha y nos quedaremos acá acampando hasta que tengamos una respuesta que sea buena para todos”.
Desde la izquierda apoyamos su reclamo y llamamos a otros sectores a apoyar y a coordinar con ellos. La unidad de los trabajadores es lo que puede dar el brazo a torcer a empresas como ésta, que como ellos dicen, “recauda lo suficiente como para aportar todos los sueldos en tiempo y forma”.
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