La actividad en Trelew, mezcla de acto, micrófono abierto y muestra fotográfica, trajo al presente aquel 17 de junio de 1996 cuando miles de chubutenses convergieron desde distintas localidades de la provincia en la localidad de Gastre, donde tanto el Gobierno nacional, el provincial, las multinacionales y las potencias imperialistas buscaron instalar, en pleno fervor neoliberal, el basurero nuclear. |
“El frío se parece al de aquella época”, comentó Lada, uno de los referentes de la lucha ambiental actual y moderador en esta tarde que contó con un solo grado de temperatura en la Plaza Independencia. La referencia, fue sin dudas a aquellas jornadas de junio de 1996: las concentraciones y movilizaciones multitudinarias así como la marcha a Gastre.
En la muestra fotográfica fue posible ver el incuestionable peso de la juventud, principalmente estudiantil, en la pelea contra el basurero. Cientos y cientos de estudiantes concentrando en la Plaza Independencia -junto a sus familiares y docentes, que cumplieron un rol clave- levantando carteles con consignas como “No al basurero nuclear”, “Como queremos seguir viviendo decimos NO”. No es casual la participación de la juventud en la lucha actual contra la megaminería que pretenden Arcioni y Fernández en Chubut.
Esto lo reflejó un, por aquel entonces estudiante de escuela técnica, al decir que su colegio “la ENET, que no era una escuela muy afín a la participación social, tuvimos una participación muy activa lo que éramos los quinto y sexto años en 1996” contra un lobby que había llegado hasta adentro de las escuelas mismas. También recordó una anécdota de 1986 “era pibe tenía diez años” y que “nos encontramos con gente que estaba juntando firmas en oposición a la instalación de un basurero nuclear, y en esa primera intervención que se hizo, al menos que recuerdo, se juntaron cerca de 4 mil firmas”. Recordó también como la pelea fue contra Alfonsín, “se colgaron pancartas diciendo Alfonsín nos queres suicidar, no al basurero nuclear”.
En el micrófono abierto pudo hacerse un recuento de la pelea. Cómo los docentes habrían las puertas de sus aulas para instalar el tema, lo que implicaba estar en las calles panfleteando, concientizando y movilizando. “No era fácil, era todos los días. No existía internet, el celular no lo teníamos, era mucho más difícil todo”. Sin lugar a dudas, la conciencia ambiental característica de las y los chubutenses y la organización mediante concentraciones y movilizaciones de miles para la defensa del ambiente, son herencias que se han fortalecido desde aquellos años.
Distintas voces, a lo largo de la tarde, reflejaron cómo se vivió esa pelea. “Yo fui a Gastre y allá andando en colectivo a caballo, como la gente me conoce, junté 700 firmas del no al basurero nuclear. ¿Qué les puedo decir? La gente cuando lucha, algo logra”, comentó una abuela de Gastre sobre su experiencia. “Lo importante es que la juventud se tiene que poner fuerte [...] a ustedes les digo que sigan adelante y que sigan involucrando gente joven, maestros y maestras, no bajen los brazos”.
Lada a su vez refirió que en aquellos años “nos querían para esa basura, que era el basurero nuclear, pero no, ganamos eso y ahora nos quieren para otra basura. En el mismo lugar ahora el Proyecto Navidad, que quiere decir montañas de basura, de metales pesados, de plomo” aludiendo a la lucha presente contra las mineras.
Una activista también comentó que en aquellos años “saltó que uno de los informes de la roca granítica de la Sierra del Medio, era falso, habían presentado un informe de Suecia”. Este informe buscaba presentar a la región como estable para el proyecto del basurero, pero el activismo ambiental de la época declaró ese informe como “inadmisible”. Como vemos, las mentiras del Gobierno de Arcioni y las mineras que vemos en la actualidad, como la tergiversación de informes del CONICET para justificar la megaminería, no es una práctica exclusiva del presente, sino que tiene historia. “Hoy en día vivimos bastantes mentiras con respecto a la megaminería”, cerró.
La pelea contra la agenda extractivista que sostienen hoy en día el gobierno provincial de Arcioni y el nacional de Fernández, tiene su punto de apoyo en los importantes procesos de la lucha contra el basurero nuclear de fines de los años ochenta y primeros de los noventa, así como Esquel contra la megaminería desde 2003. Ante cada nueva batalla contra el saqueo, el activismo y el pueblo laboriosos no parten de cero, sino que tienen sobre sus espaldas un importante legado de balances y conclusiones, que es importante rescatar como se hizo en esta frío 17 de junio en Trelew a 25 años de la marcha a Gastre para decirle ¡No al basurero nuclear!
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