En Italia, la mejora en la situación sanitaria de la Covid ha preparado el terreno para una nueva temporada de ataques a las condiciones laborales. Y con esta ofensiva, se reanuda la tradición de la violencia física contra los trabajadores en huelga. Tras semanas de ataques a los piquetes de trabajadores de TNT-Fedex en huelga que se montaron contra los despidos antisindicales masivos, especialmente en el importante centro logístico de Piacenza, en el norte, hoy se ha producido una nueva tragedia.
Este viernes se llevó adelante la importante jornada de huelga nacional en el sector del transporte y la logística, lanzada por el sindicato SI Cobas y asumida por otros sindicatos de base (USB, ADL, Cobas, CUB, SGB). En este marco, en Biandrate, provincia de Novara, en un almacén de la cadena de supermercados alemana Lidl, un conductor lanzó deliberadamente su camión contra el piquete de trabajadores del lugar, atropellando y matando a Adil Belakhdim, líder local del SI Cobas, antiguo trabajador de TNT-Fedex, inmigrante marroquí de 37 años, casado y con dos hijos menores.
La noticia circuló inmediatamente por las redes sociales y consiguió entrar en los grandes periódicos online, aunque en general diluyendo en la noticia lo que es un auténtico asesinato dentro de una importante jornada de lucha de clases. El conductor del camión fue fácilmente identificado y fue detenido poco después en un área de descanso de la autopista.
Los trabajadores afiliados al gran sindicato burocrático de la CGIL en esa planta declararon inmediatamente una huelga que se prolongará durante todo el fin de semana junto con sus compañeros del SI Cobas. Así, en otros centros de trabajo fuera de la logística, sectores de trabajadores ajenos al sindicalismo de base ya han anunciado también los primeros paros y exigen que los grandes sindicatos convoquen una huelga general, incluso ante el drástico aumento de las muertes en el trabajo en el último año de la crisis pandémica en Italia.
Para finales de mes se espera que el gobierno suspenda oficialemente la prohibición de los despidos que regía durante los momentos más graves de la pandemia, pero la gran burocracia sindical CGIL-CISL-UIL, aunque se ha posicionado formalmente en contra de esta medida criminal, aún no ha anunciado ninguna iniciativa unitaria de movilización o huelga, confirmando sólo algunas movilizaciones simbólicas contra los despidos que se celebrarán el sábado 26 de junio sólo en Turín, Florencia y Bari.
Igualmente, el gobierno y el primer ministro Mario Draghi han dicho que se encuentran "entristecidos" por la muerte de Adil y prometen que "se arrojará luz" sobre este crimen. Pero no hay mucho que aclarar sobre su muerte, mientras que el gobierno no tiene intención de cambiar su línea totalmente antiobrera, de acuerdo con las demandas de los industriales y las multinacionales.
Este sábado habrá una manifestación nacional en Roma, contra la violencia patronal y la vía libre para los despidos, que había sido convocada por el propio SI Cobas y por el sector de izquierda radical del "pacto de acción anticapitalista" en el que participamos como FIR-Voce delle Lotte.
En medio de una escalada de violencia, los capitalistas contratan mercenarios para golpear a los trabajadores en huelga y animan a los esquiroles a atacar los piquetes por iniciativa propia. Para enfrentar esto, no es suficiente la rutina sindical normal en las empresas o en los sectores aislados. Este crímen patronal muestra la urgencia de que los sectores combativos del movimiento obrero hagan todo lo posible para coordinarse y presionen a los grandes sindicatos para para construir una huelga general masiva contra esta violencia patronal.
Las direcciones de los grandes sindicatos tienen una enorme responsabilidad y tambien los recursos para convocar acciones masivas para parar esta ola de violencia patronal y despidos. Las movilizaciones ya están previstas en algunos territorios: es necesario extenderlas a toda Italia con una acción unitaria del sindicalismo combativo, para presentar un frente unido contra la violencia de los empresarios, las muertes en el trabajo y los despidos, junto con sectores más amplios de la clase obrera, y agregando otros movimientos sociales.
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