El martes pasado un importante diario de Italia dio a conocer la propuesta del Vaticano contra la aprobación de una ley para ampliar las medidas antidiscriminatorias y mayor protección a los derechos de la diversidad sexogenerica.
El posicionamiento del Vaticano se dio a conocer a través de una carta que el ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, el arzobispo Paul Gallagher, entregó al embajador italiano en la santa sede.
Esto provocó que varios activistas LGBTTTI+ salieran a protestar denunciando la injerencia del Vaticano y la iglesia en nuestras vidas, además que rompe con los acuerdos diplomáticos entre Italia y el Estado papal.
Entre las quejas del Vaticano está la que pide a todas las escuelas realizar actividades en el día contra la homofobia y transfobia. Además la “Ley Zan” incluye protección a las mujeres, personas transgénero y personas con discapacidad.
A pesar que en el pasado el vaticano se ha opuesto a leyes que defienden los derechos de las mujeres y la diversidad, como es el derecho al aborto y al divorcio, no había buscado interferir en el proceso legislativo abiertamente. Cabe destacar que esta ley ya fue aprobada recien en la cámara baja.
La otra cara del Papa Francisco
Esta declaración anti derechos no es de sorprender ya que a pesar que en algunos momentos el Papa Francisco ha dicho estar a favor de las uniones civiles, sigue promoviendo discursos de odio hacia la diversidad y atacando los derechos de las mujeres mientras en 2015 perdonó a los legionarios de cristo, que han sido denunciados de abusos sexuales y pedofilia, lo cual no es nuevo ya que se ha destacado por encubrir a curas pederastas y abusadores, llegando incluso a premiarlos con altos puestos dentro de la iglesia.
Mientras la iglesia católica habla de estar a favor de la vida y la familia, durante la dictadura Argentina fue cómplice con muchos curas de su congregación de que muchos niños y bebés recién nacidos terminaran en manos de los militares siendo arrebatados de su familias.
Esta misma iglesia católica que ahora se hace pasar por progresista es la misma que esta a favor de las mal llamadas terapias ECOSIG o de “reconversión”, mismas que a lo largo de la historia han sido implementadas para torturarnos a lxs LGBT+.
Es la misma iglesia que ha comparado a la diversidad y a las madres solteras como plagas, la misma que está en contra del derecho a decidir de las mujeres y de una educación sexual integral en las escuelas; la misma que ha tratado de enfermos a la diversidad y promovido discursos de odio que han terminado en crímenes de odio.
Por eso, dentro del movimiento LGBT+ y de mujeres, es necesario luchar por la separación efectiva de la Iglesia del Estado, y sacar sus rosarios y sus sotanas de nuestras vidas, exigiendo plenos derechos para la diversidad sexogénerica.
Pero para conquistar todas nuestras demandas es necesario levantar un movimiento de la comunidad LGBT+ que recupere las banderas de combatividad y luche de manera independiente a los gobiernos; retomando las calles junto a los demás sectores de explotados y oprimidos. |