Los subsidios públicos. La desarticulación. Los mercaderes de la salud. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos, 89.9. En texto y audio.

• La semana pasada Cristina Fernández de Kirchner abrió el debate sobre el sistema de salud.

• No dijo mucho más que “tenemos que repensar todo”. Tampoco existe ningún proyecto de ley para promover un debate en el Congreso.

• El único documento que circuló es del Instituto Patria. Su existencia es previa a las elecciones de 2019.

• Lo central del planteo que está en ese documento es la integración del sistema.

• Se propone un sistema mixto con centralidad en el sistema público donde el estado haga valer su poder de regulación, su capacidad de comprador, por ejemplo a través del PAMI, y de oferente de prestaciones, entre varias propuestas más.

• Como se dijo, ese documento existe previo a la pandemia. Sin embargo, la palabra de la vicepresidenta armó un gran revuelo.

• Tanto las prepagas como las cúpulas de los sindicatos tienen una posición que sigue un único criterio: defender sus cajas.

• En particular, los empresarios alientan el fantasma de una “estatización” que nadie propuso. Es claro que lo hacen para evitar cualquier debate.

• Siempre temen de lo público, de lo estatal, menos para recibir subsidios. Fueron millonarios los que recibieron durante la pandemia: el año pasado ATP y ahora Repro; también créditos blandos y exenciones impositivas.

• El debate actual se da en simultáneo que tendría que haber una paritaria de la salud, donde las trabajadoras y trabajadores denuncian que sus salarios básicos están muy por debajo de la línea de la pobreza.

• Es emblemático el caso de Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical, que actúa como vocero de las prepagas.

• Es un contador que se volvió multimillonario gracias a negocios oscuros con empresas off-shore. Según el periodista Horacio Verbitsky, este empresario fugó U$S 21 millones durante el Gobierno de Mauricio Macri.

• La salud para él es un negocio más. Es socio en varias empresas, como es el caso de América TV, desde donde hace lobby en favor de las prepagas. Según Ari Lijalad, las empresas de Belocopitt recibieron más de $ 2.800 millones de subsidios por ATP durante 2020.

• No es un exceso decir que en esa lógica empresaria la salud vale muy poco y las ganancias mucho. En este sentido, el periodista Diego Genoud destacó en su columna dominical en el Diario.AR la lógica financiera de muchas prepagas que tienen dinero colocado en plazos fijos donde obtienen generosos intereses.

¿Cómo está estructurado el sistema de salud?

• Existen tres “subsistemas”. Según Censo 2010, el 46% de la población tiene obra social (es el sistema mayoritario); el 16% tiene medicina prepaga, ya sea a través de la obra social o por contratación directa; el 2% se atiende a través de programas y planes estatales de salud; y el 36% no cuenta con ninguna cobertura.

• Obviamente, los más vulnerables son los trabajadores informales. Son los que peor acceso a la salud tienen.

• En el subsistema de medicina prepaga pisan fuerte Osde, Galeno, Swiss Medical, que concentran el 60 % del mercado.

• No es un dato menor porque en el contexto de la pandemia se observa un proceso que sigue concentrando el negocio en las empresas más grandes. Esto se verifica en que hubo muchos cierres de clínicas chicas durante el último año y medio.

• Otro eslabón muy importante de negocios privados en la salud es el de los medicamentos. Los laboratorios mayormente están en manos de grandes multinacionales como Bayer o Pfizer.

• Pero también de empresarios argentinos muy ricos. Es el caso de Alberto Roemmers, que está está quinto entre los más ricos del país, según la Revista Forbes. O de Hugo Sigman y su esposa Silvia Gold (Insud), que tienen la sexta fortuna del país.

• O de Marcelo Figueras, dueño del laboratorio Richmond, que producirá la vacuna Sputnik V en Argentina.

• Tanto los laboratorios de Sigman como los de Figueras fueron alimentados con fondos públicos para que produzcan las vacunas en Argentina.

• Recordemos que el laboratorio Mabxience junto con AstraZeneca cobró por adelantado vacunas que todavía no llegaron en función de lo pactado con el Gobierno.

• Justo ayer el INDEC publicó un informe de la industria farmacéutica. En el primer trimestre de 2021, facturó 112 mil millones de pesos, lo cual implicó un aumento del 57 % interanual. Es decir, casi 10 puntos porcentuales por encima de la inflación. Más que cualquier paritaria.

• Los medicamentos de terapia intensiva aumentaron hasta un 140% en lo que va del año y hay algunos que subieron hasta 1300% según la Unión Argentina de Salud que preside Belocopitt.

• Esos números resultan una provocación en un país que está llegando a las 100 mil muertes por Covid.

• El debate que abrió Cristina Fernández de Kirchner merece ser dado. Pero para que la salud deje ser una mercancía, para que la salud sea verdaderamente un derecho humano, no basta con regular un poquito más, con un sistema mixto. Para que la salud no sea una mercancía hay que terminar con los mercaderes de la salud.