De esos temas hablamos en la columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos.
Esta semana se produjo una crisis política en Suecia que terminó con el gobierno del primer ministro Stefan Löfven.
Por primera vez en la historia del país, una moción de censura ha hecho caer al Gobierno, una coalición de Socialdemócratas, Verdes y partidos de centro derecha.
En cuanto me puse a leer sobre la noticia no pude evitar pensar...“esto es como la serie danesa Borgen”.
La serie que se comentó mucho el año pasado relata cómo Birgitte Nyborg llega a ser la primera mujer en ocupar el lugar de Primer Ministro en Dinamarca, y muestra la rosca política, versión nórdica, en algunos asuntos claves.
Les cuento qué pasó en Suecia y van a ver el parecido.
El gobierno que ya venía, golpeado por el manejo de la pandemia, decide meterse en un tema clave, la regulación de los alquileres. Un tema clave porque en Suecia desde mitad del siglo pasado los precios de los alquileres se fijan en negociación entre organizaciones de inquilinos y de propietarios, para evitar precios abusivos.
Desde las elecciones de 2018, el gobierno de Löfven se sostiene en una coalición débil. Para lograr apoyo de dos partidos liberales, aceptó demandas que incluían la reforma de los controles de alquiler.
Además prometió recortar los impuestos para las personas con mayores ingresos y reformas en las leyes laborales. Los que hayan visto Borgen, seguro les suena parecido a algún capítulo.
Ahora viene la parte inesperada. Si Borgen trata de una mujer, no podía faltarnos una protagonista en la trama sueca.
Nooshi Dadgostar es la joven líder del Partido de Izquierda (el viejo Partido Comunista con nuevo nombre), hija de inmigrantes iraníes, y la cara visible del pedido que hizo caer al gobierno. Lo inesperado es que el Partido de Izquierda en su momento le dio votos claves a Lofven para que sea primer ministro.
En medio de esta trama que tranquilamente podría terminar en Netflix, lo que empieza a haber es una crisis de un sistema que en los últimos años se apoyó en coaliciones de centro derecha y de centro izquierda para ir desmantelando varios derechos del “sistema de bienestar” sueco.
A la par se están fortaleciendo partidos de extrema derecha que con un discurso anti inmigrantes, y contra los viejos partidos, buscan canalizar este descontento.
Suecia, como otros países escandinavos, siempre son puestos como ejemplos de un “capitalismo” con rostro humano, pero la realidad es que desde hace años, los empresarios buscan terminar con el “modelo” escandinavo.
Les dije que la trama tranquilamente podría se una nueva serie de Netflix, y tranquilamente la presentación podría decir, parafraseando a un gran escritor inglés, “algo empieza a oler mal, en el capitalismo sueco” | 
