El próximo martes 24 comunas de la Región Metropolitana, una de las más afectadas y con una alta cantidad de contagios, avanza a Fase 2: Vitacura, Las Condes, San Pedro, Providencia, Talagante, Ñuñoa, Lo Barnechea, Alhué, La Reina, Lo Espejo, Isla de Maipo, Estación Central, Pudahuel, Puente Alto, El Monte, Peñaflor, San Bernardo, Peñalolén, Cerro Navia, La Pintana, Pirque, La Granja, San Joaquín y Pedro Aguirre Cerda. Esto implica que nuevamente aparece la disyuntiva sobre el retorno a clases presenciales, junto con la insistencia del gobierno en el tema.
El problema es que a la fecha no existen garantías para que realmente pueda aplicarse una modalidad mixta, entre clases presenciales y online, con las condiciones actuales. No sólo es por la cantidad de contagios (mayor que la cifra de comienzos de marzo de este año y un actual 8% de positividad en la región), sino que también son las condiciones materiales de la educación en Chile, especialmente en la educación pública, la que fue desmantelada en dictadura y posteriormente precarizada en los años posteriores de “democracia”. Esto se evidencia en que la infraestructura de un grupo importante de colegios y liceos, no esta en condiciones de asumir una modalidad mixta; no poseen un acceso a internet libre en todas las salas; y las y los trabajadores de la educación tampoco reciben una ayuda material (computadores e internet) para asumir esta modalidad. Caso a parte el todo el estrés y carga laboral extra que significa la teleeducación, que en caso de trabajar en modalidad mixta aumentaría aun mas.
Por otro lado, es necesario tomar en cuenta las grandes diferencias socioeconómicas que existen en Chile y cómo esto impacta en la educación, tanto en el acceso a las herramientas mínimas, como computador o internet para clases online, tanto como en el espacio físico que tanto estudiantes como docentes tienen a su disposición para llevar a cabo el proceso educativo. Por lo que, la demanda de retorno a clase que han realizado apoderados/as de las comunas ricas no puede ser atendida como exigencia para la generalidad del país.
Frente a esta situación, el Colegio de Profesores (CDP) rechaza la postura del gobierno mientras participa de instancias como el “Consejo Asesor Paso a Paso Abramos las Escuelas” del Ministerio de Educación, donde levanta su propuesta de retorno a clases de forma crítica a la propuesta del gobierno, pero ¿Es suficiente criticar y dialogar con el gobierno? Hasta ahora docentes y trabajadores de la educación, así como también las comunidades educativas no tienen ni voz ni voto en algo que les concierne directamente, lo que debería ser una preocupación para el CDP.
A la fecha, no existen llamados a asambleas, jornadas de reflexión ni nada similar por parte de la dirección gremial. Es necesario que exista esta convocatoria y que tanto trabajadores de la educación como docentes se organicen en conjunto con estudiantes y apoderados para discutir y decidir, no sólo en la región Metropolitana sino que en todas las regiones del país, para pensar como abordar la vuelta a clases y bajo qué condiciones, así como también exigir al gobierno un mínimo de garantías que permitan llevar adelante la modalidad mixta (y también la online) en condiciones seguras y con todas las herramientas necesarias, para todos los establecimientos.
El retorno al clases presenciales no debe estar al arbitrio de un gobierno que ha manejado la pandemia de manera catastrófica, ni de la crítica que la directiva del gremio docente pueda hacer a las directrices impuestas por el mismo gobierno. |