Por los WhatsApp circulan las fotos, porque nadie más lo quiere contar por los medios. La filial tripera de Viedma hizo un nuevo gesto solidario. Ya lo habían hecho antes de que arranque la pandemia con el comedor del loteo Silva, un barrio precario que ha sufrido hostigamiento policial y municipal con el objetivo de desalojarlo.
Pero ahora se trató de un gesto que va más allá de lo material. Nos lo dice Leo, en sus propias palabras: “Como nosotros somos muy solidarios, somos pueblo”. Esta vez fueron al centro vacunatorio de Viedma. ¿Qué fueron a entregar? Fuerza, solidaridad, aliento. ¿Qué más?
Otras filiales del Lobo como las de Madryn, San Martín de los Andes o Bahía Blanca, ya habían arrancado con jornadas solidarias. Y a cada gesto, Gimnasia -en el año de su 134 aniversario- se viste de gala. Se puede observar en las fotos: un 3CV bien cargadito, un par de casacas triperas en un escenario desbordante de cajas, bolsones y solidaridad.
Leo, que como una decena de sus compañeros y compañeras de la filial son trabajadores hospitalarios y de centros de salud, nos cuenta: “Uno trabaja en un sistema perverso, entonces estas cosas mínimas nos hacen bien. ¡Ver a abuelos que se angustian de alegría! Sí, llorando de alegría por su primera dosis. Acá vemos todos los días estas cosas. Por eso, hacer esto es una caricia al alma de cada compañero de salud, un simple gesto que les hace re bien”, explica.
Irse al Fioravanti Rugeri a vacunarse con estos fríos, haciendo colas afuera, a la intemperie, de 1 hora o más. Sumale a eso un personal de salud que siguió maltratado por los gobiernos nacional y provincial. En esas circunstancias, era más que seguro que había que alentar con el alma. Alma tripera y de lucha obrera.
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