De acuerdo a la Comisión para el Mercado Financiero, CMF (organismo que establece el marco regulador para el mercado), la utilidad total de las entidades que componen el sistema financiero local, entre enero y mayo de 2021, llegó a $1.511.069 millones, unos US$2.084 millones, un alza de 55,6% en relación al mismo periodo del año pasado.
En este mismo sentido, las ganancias total de los propietarios llegaron a $ 1.450.264 millones, esto es un alza de 53,93% en doce meses.
El banco Santander, por ejemplo, se llevó $302.377 millones, siguiéndole el Banco de Chile, perteneciente al grupo Luksic, con $274.976 millones, el Banco Crédito e Inversiones BCI, del grupo Yarur, con $236.679millones y el Scotiabank, con $236.679 millones.
Es así como a pesar de la situación de pandemia, la falta de camas UCI, el desempleo, miles de familias sin derechos elementales, y una discusión parlamentaria por un aumento miserable al sueldo mínimo, los empresarios siguen aumentando sus riquezas.
Así es que empresarios como Yarur y Luksic salen en la revista Forbes como parte de los 10 más ricos del país, mientras las y los trabajadores de diversas sectores y su familias, como las y los trabajadores de la salud, han tenido que adaptarse a nuevas formas de trabajo, o directamente vivir en carne propia la cesantía.
Se enriquecen mientras hoy se encuentran las familias de presos políticos de la revuelta, esperando juicios sin pruebas, o siendo parte de los montajes de una institución podrido como Carabineros.
Es por esto, que tenemos que debemos retomar la fuerza de la movilización, y organizarnos, ad portas de un proceso constituyente que no puede comenzar con presos políticos. |
