Desde hace semanas los “nuevos” liberales vienen negociando la posibilidad de una gran PASO de toda la oposición de derecha. José Luis Espert se juntó con Macri y con Larreta para negociar e intentar llegar a un acuerdo. El argumento era “unirse contra Kicillof” en la Provincia de Buenos Aires. Después de un primer amor parece que la novela no llega a buen puerto. No es que tenían muchas diferencias, sino que un cálculo de que les conviene más terminó ganando la partida.
Espert y Milei fueron opositores al Gobierno de Macri y grandes críticos de su política económica. A decir verdad, el fracaso económico de Cambiemos dejaba regalada la crítica. Sus diferencias no eran esenciales. Por el contrario, para los liberales Macri era lento, era “casi kirchnerista” porque se negaba, entre otras cosas, a sacar los planes sociales y ajustar más. La crítica incluye culparlo del retorno del peronismo al poder.
Sí, los “antisistema” no tenían problema de armar una alianza para competir junto a macristas y radicales. Es decir, a los anteriores gestores del “sistema” que dicen criticar. Podemos agregar que, en su retórica antisistema, Espert no tuvo reparos en ser financiado por un condenado por narcotráfico. Es decir, hay sistemas…y sistemas.
Lo increíble, es que “Avanza libertad” (así se llama su partido) se vende como antisistema y están en casi todos los canales, casi todos los días. Una verdadera sobrerrepresentación si tenemos en cuenta que, en las últimas elecciones, salieron últimos con el 1,47 % de los votos.
Hay una operación mediática constante del establishment de darles mucho aire. No por su capacidad electoral, sino para instalar su programa de máxima, para machacar sobre el sentido común y correr los márgenes a la derecha. El kirchnerismo, por su parte, también se dedica a darles una cuota de aire: talibanes del ajuste como Milei y Espert ayudan a justificar el malmenorismo que permite aceptar un Berni, por ejemplo.
Cómo dice el newsletter de Fernando Rosso de este miércoles citando a Ricardo Rouvier: “No creo en la importancia de los libertarios. Son como los antivacunas. Hay países centrales en que estas minorías por diversas razones de complejidad social tienen importancia. Pero, por ahora, en nuestras tierras lo veo más como una nota periodística que un movimiento antisistema más serio”.
Esta sobrerrepresentación tiene otra funcionalidad política: presentar a los libertarios como una válvula de salida dura, rebelde, a las consecuencias sociales de un ajuste cuyos lineamientos centrales comparten el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Buscan instalar que “la rebeldía solo puede ser de derecha”.
Esta operación está dirigida, también, contra el Frente de Izquierda Unidad y el conjunto de la izquierda, que acaba de salir tercera fuera en Jujuy y haciendo una importante denuncia sobre las maniobras fraudulentas de Gerardo Morales que los grandes medios callan.
Pero ¿cuáles son sus propuestas?
Lo primero que proponen es una reforma laboral a “fondo”, es decir la anulación prácticamente de todo tipo de derechos para los trabajadores y trabajadoras. La polifuncionalidad de lugar y tiempo, la eliminación de la indemnización, la eliminación de los aportes patronales, la eliminación de la centralidad sindical y la creación de sindicatos por empresas, la regulación absoluta del derecho a huelga, donde prácticamente sea imposible reclamar, y la pena de prisión ante las huelgas sin “permiso”.
Pero hay más: la eliminación del sistema jubilatorio para pasar a un sistema privado (cualquier parecido a las AFJP del menemismo no es pura coincidencia). Con respecto al sistema de salud lo mismo: la casi completa privatización y eliminación publica, el que no la pueda pagar, que se muera. Calcado en educación, recorte, recorte y más recorte.
Una “profunda” reforma del empleo estatal. Por profundo se entiende el recorte y despido abierto de gran parte de los trabajadores. Piden que el Estado solo se encargue de la seguridad, la justicia y la diplomacia. En la seguridad proponen la forma del Código Penal y la baja de la edad de imputabilidad.
Con respecto a los distintos subsidios estatales a los sectores más vulnerables (subsidios de miseria que no llegan a una canasta básica alimentaria), propone eliminarlos gradualmente, que en dos años no lo cobres más y "arreglate como puedas".
Estas son sus grandes propuestas, esta es su libertad, la libertad patronal de poder hacer con tu vida lo que quiera. | 
