En el día de hoy se conoció la noticia de dos fallecidos producto de las bajas temperaturas; uno de los fallecidos fue hallado en la esquina de las calles México y Perú, en barrio Mariano Moreno de la capital. El otro en La Quiaca, Don Felipe, un hombre reconocido en la comunidad, que hasta había garantizado una casilla, para que pueda dormir.
Los medios locales aseguran que son las bajas temperaturas que se registran en la provincia las responsables de que el día de ayer ellos que vivían en situación de calle (uno en esta capital y otro en La Quiaca), perdieran la vida. Si bien los registros de la zona de la Puna estuvieron ayer entre los 10 y los 22 grados bajo cero y en la capital también fueron las jornadas más frías; la realidad es que la pobreza, la falta de vivienda y la precariedad la que se cobró sus vidas.
La realidad de la provincia, que la UCR y el PJ quisieron tapar con sus campañas electorales llenas de promesas de futuro, es que los datos de la pobreza y la indigencia crecen; de hecho en el último informe del mercado de trabajo el Indec señala que la desocupación en el NOA ascendió a 9,9 % y en Jujuy a 7,4 % durante el primer trimestre de 2021.
A esto se suma que el 44,6% de la población económicamente activa atraviesa problema de empleo, una oportunidad imperdible para empresarios que aprovechan para atacar (aún más) las condiciones laborales. La vivienda también es un problema estructural, al día de hoy en Ledesma, familias siguen peleando por su derecho al techo, mientras que en toda la provincia hay un déficit de alrededor de 20 mil viviendas.
Este es el contexto en el que hay que ubicar estas muertes, porque las noches frías del invierno condenan a los que menos tienen, pero no es el clima ni las temperaturas; es el Estado y los gobiernos de turno que muestran que las vidas de los más pobres les importa nada.
Las condiciones de vida de amplios sectores de la población se precarizan cada vez más de la mano de la crisis, del ajuste y de las exigencias del FMI. Y el Estado, sus gobiernos y los partidos mayoritarios, que votan esos planes en los concejos, la Legislatura y el Congreso, son responsables.
La pelea por trabajo genuino y tierra para vivir, en defensa de los puestos de trabajo, por presupuesto para educación y salud que vimos en estos meses mantienen plena vigencia. No podemos permitir que la plata vaya para honrar la deuda con los fondos buitres mientras las consecuencias de la precariedad las paga con vidas el pueblo trabajador y pobre. Como plantea el Frente de Izquierda Unidad, hay que invertir las prioridades.
Esta es la realidad desde que se vive a diario. Por eso desde La Izquierda Diario estamos construyendo un espacio de debate, una ventana de difusión para la realidad que vivimos, pero también un espacio de organización para avanzar unidos entre trabajadores ocupados, desocupados e informales.
Podés sumarte desde ahora a la Comunidad LID y contactarte con quiénes, como vos, queremos pelear contra este sistema que no tiene más para ofrecernos. |