Hace algunos días se estuvo tratando el tema de la niñez, el trabajo infantil, las cifras de cómo afecta la pobreza especialmente a niños y niñas, y como se profundizó todo esto durante la pandemia.
En el campo del cine hay muchas grandes películas que retratan el tema, una mirada de las infancias cruzadas por múltiples necesidades sociales son retratadas por cinematografías de distintas partes del mundo.
Vamos a recorrer algunas de ellas, que son verdaderos clásicos y se encuentras fácilmente en la web.
Crónica de un niño solo , es la opera prima de Leonardo Favio, estrenada en 1965. La película recorre la historia de Polín, un niño de origen humilde que escapa de un internado para regresar a su casa en una villa miseria. La soledad, el abandono, la rigidez y frialdad de las instituciones, precariedad de la vida en todos los ámbitos y la imposibilidad de romper un camino marcado por la desigualdad son temas que recorren la historia.
La estructura se divide en dos partes, un adentro y un afuera unidos, por la acción y decisión de Polín de escaparse. En el interior del internado se presenta al protagonista rodeado de normas, miradas vigilantes, castigos, una rutina, donde el juego y la complicidad de los chicos es el único elemento que rompe la monotonía. Al salir, la calle y la vida en la villa, a pesar de la libertad de movimiento, los protagonistas están atrapados en las desgracias cotidianas.
La película tiene algunos elementos autobiográficos, Favio es uno de los muy pocos directores argentinos de origen humilde y popular, está realizada con un estilo propio, de varias influencias, pero logrando una poética especial construída por este cineasta joven y autodidacta. Al año siguiente fue ganadora del los premios Condor y es considerada por la crítica una de las mejores películas del cine nacional.
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El pibe , es la clásica la película de Chaplin que este año se cumplieron 100 años de su estreno.
El pibe, es la historia de un niño que fue abandonado por su mamá muy pobre, quien no podía cuidarlo, y, casi por casualidad queda en manos de “el vagabundo” interpretado por Chaplin. Mientras el niño crece, junto a su padre adoptivo se las rebuscan, aprenden a burlarse de la ley pero también a recibir los golpes de los vigilantes y autoridades judiciales. Los servicios sociales del estado los vigilan y buscan llevarse al niño, pero en paralelo, su madre que terminó por convertirse en una actriz famosa buscará por toda la ciudad a este niño que no pudo criar de pequeño. La película, que tiene también elementos de contenido autobiográfico, combina la comedia y el drama y tiene unas actuaciones geniales. El actor de “El pibe” fue más adelante el interprete del “el tío Lucas” de "Los locos Adams".
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¿Dónde está la casa de mi amigo? , es una película de 1987, del cineasta iraní Abbas Kiarostami.
La película sigue la historia de Ahmed, un niño de unos ocho años que busca ayudar a un amigo, compañero de la escuela. En medio de una clase el profesor reta a su amigo Mohamed por no hacer los deberes en el cuaderno y amenaza con expulsarlo la próxima. Cuando se van a sus casas Ahmed se da cuenta que se llevó el cuaderno de su amigo por equivocación y sabe que si no se lo alcanza para que haga ahí los deberes, al otro día el maestro lo va a expulsar. Así emprende un viaje entre las montañas para llegar al pueblo vecino donde vive su amigo, el recorrido no será fácil y pondrá a prueba la voluntad y determinación del niño. Es una historia sencilla y a la vez muy profunda, con hermosos personajes que Kiarostami presenta a través de una cuidadosa elección y combinación de imágenes y sonidos.
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Los olvidados , es una película de Luis Buñuel, filmada en México en 1950.
La película narra la historia de El Jaibo, un adolescente que escapa de una correccional y se reúne en el barrio con sus amigos. Unos días después, El Jaibo mata, en presencia de su amigo Pedro, al muchacho que supuestamente tuvo la culpa de que lo enviaran al reformatorio. A partir de entonces, los destinos de Pedro y El Jaibo estarán trágicamente unidos. Los personajes no están idealizados y muestran crudamente las contradicciones; los escenarios contrastan con la imagen turística del México de bellas playas y reliquias arqueológicas. Un humor negro y ácido propio del director recorre esta historia.
En un principio la película causó rechazo en México. Mientras el gobierno se preocupaba por mostrar un país moderno, urbanizado, que avanzaba hacia el primer mundo; Buñuel negaba y ponía en cuestión este discurso contando una historia de la infancia y adolescencia de los barrios pobres, inspirada en relatos de los mismos archivos penales.
Pero pronto fue premiada como mejor película en el Festival de Cannes, y considerada por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, eso también hizo girar a la crítica en el propio México que pronto le otorgó también varios premios y reconocimientos.
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