Una dragqueen afroamericana y pionera del activismo de la diversidad sexual participó en la revuelta de Stonewall. Fundó la casa S.T.A.R. y gran referente de lucha por la concientización del HIV-Sida. Su nombre volvió a retumbar en pancartas junto a la consigan "Black trans lives matter". Un día como hoy pero de 1992 fue encontrada muerta en el río Hudson.
Marsha P. Johnson nació el 24 de agosto del año 1945 en la localidad de Elizabeth del estado de Nueva Jersey, en los Estados Unidos. Llegó a Nueva York a finales de los ‘60 y en la década del ´70 se hizo inseparable de la activista trans Sylvia Rivera.
Poco se conoce sobre su infancia pero hay algo que la distingue desde su adolescencia, independientemente de cómo estuviese vestida, en ocasiones Johnson también afirmaba su identidad masculina bajo el seudónimo de Malcolm, Marshall o Mikey, y en esos momentos se ofendía si se la llamaba «Marsha» o se usaban pronombres femeninos. Es decir que su identidad de género era tan versátil como su orientación sexual.
Sobrevivir en las calles
La preocupación inmediata para Marsha y sus compañeras era la subsistencia. El centro de todos los proyectos fue S.T.A.R, la Acción de Travestis Callejeras Revolucionarias (por sus siglas en inglés). STAR fue fundada en el año 1971 gracias a la ayuda que consiguieron del Gay Liberation Front (Frente de Liberación Homosexual).
Johnson era la “madre” de la casa S,T.A.R., un hotel cuyas habitaciones habìan convertido junto a Sylvia Rivera en viviendas comunitarias, a veces para 50 o más personas y comenzaron a trabajar en espacios autoorganizados y proyectos que mantuvieran cubiertas las necesidades tanto suyas como de sus compañeras.
La prioridad era la subsistencia pero también en la casa se juntaba ropa y comida para ayudar y apoyar a las más jóvenes drag queens, mujeres trans y otros chicos callejeros que vivían en los muelles de la calle Christopher.
Según sus propias palabras, “originalmente STAR surgió a raíz de su presidenta, Sylvia Lee Rivera, y por Bubbles Rose Marie, y me preguntaron si me unía al proyecto como vicepresidenta. STAR es un grupo muy revolucionario. Opinamos que si es necesario, hemos de levantar las armas para empezar una revolución”.
S.T.A.R. tenía dificultades a la hora de llevar a cabo sus planes, que incluían bailes para recaudar fondos, otra casa S.T.A.R., una línea de teléfono, un centro recreativo, una caja de resistencia para arrestos, y un abogado para la gente que por su identidad u orientación sexual fuera encarcelada.
Su humor ácido la representaba y tenía un latiguillo, “Pay it no mind”. Durante un juicio, un juez le preguntó a Marsha “¿Qué significa la P? (de su apellido, NdeR)”, a lo que ella dio su respuesta habitual: “Pay It No Mind” (no te preocupes) refiriéndose a lo que se preguntaban sobre ella. Odiaba contestar si era hombre o era mujer.
Así relata su compañera Sylvia Rivera cómo fue que se conocieron: “Yo estaba caminando por la Sexta Avenida y ella estaba de pie en una esquina. Me llamó desde su sitio, nos presentamos y una fortísima hermandad nació de aquello. Me sacaba fuera para comer. Estaba haciendo la calle porque había estado hasta entonces trabajando como camarera en el Restaurante Child’s. Pero siempre tenía que hacer horas extra, según me dijo”.
En 1974, trabajó siendo fotografiada por Andy Warhol, como parte de su serie polaroid “Ladies and Gentlemen”. Johnson fue también parte del grupo de dragqueens para performances de Warhol, “Hot Peaches”. Se puede encontrar la entrevista que le hizo el activista gay Allen Young en el libro “Out of the Closets: Voices of Gay Liberation“, publicado originalmente en 1972.
Foto tomada por Andy Warhol
En la década de 1980, Johnson continuó su activismo de la calle como organizadora respetada de ACT UP - AIDS Coalition to Unleash Power (Coalición del SIDA para desatar el poder), un grupo de acción directa fundado en 1987 para llamar la atención sobre la pandemia de SIDA.
Además de concientizar sobre el HIV – SIDA, hacía fuertes denuncias por el poco acceso laboral de la población trans. “Conozco muchas travestis que están trabajando como mujeres, pero quiero ver el día en el que las travestis podamos ir y decir: ‘Mi nombre es don Fulano de tal y me gustaría trabajar como doña Fulana de tal’”.
El río del lamento
Marsha había estado en la SSI (Seguridad Social por Discapacidad) por poco tiempo porque tenía serias crisis nerviosas debido a la muerte de su compañero. Había estado muchas veces encerrada en Bellevue y en Manhattan State. Su mente comenzaba realmente a irse y tenía visiones. Tuvo un doctor que no la diagnosticó bien y tarde fue cuando se dieron cuenta que tenía sífilis. Así que, cuando finalmente se la detectaron, la enfermedad estaba en su segunda fase. Marsha vivía en su propio mundo, y veía las cosas de forma diferente.
Era el mes de julio del año 1992 cuando su cuerpo fue encontrado en el río Hudson, no muy lejos del muelle del West Village, poco después de la Marcha del Orgullo de ese año. La policía consideró la muerte como un suicidio. Pero no contentos con esta teoría sus amigos y compañeras lanzaron una campaña para saber realmente cómo murió, ya que nunca había tenido tendencias suicidas y su cuerpo tenía golpes.
La historia de ayer, la lucha de hoy
Luego de la muerte en manos de la policía de George Floyd, a la consigna del Black Lives Matter se le sumó la de "Black trans lives matter", por la muerte de Tony McDade, de 38 años, quien fue asesinado en manos de la policía de Tallahassee.
Un sector de las marchas en Estados Unidos cada año recuerda la lucha de Marsha, se la recuerda por su pelea junto a Sylvia pero porque aún hoy no se sabe el motivo certero de su muerte.
Stonewall fue un destello de irreverencia contra el capitalismo, hoy en plena pandemia tenemos que volver a decir que la vida de los trabajadores y las nuestras, también importan.