Durante el pasado día viernes estudiantes de la Universidad de Santiago se dieron cita para comenzar una campaña por la libertad de las y los presos políticos de la revuelta. Producto de ello es que se configuró una comisión que permita organizar democráticamente esa campaña.
Esta asamblea (y la comisión a la que dio origen) son una excepción dentro del acontecer político de la Federación de Estudiantes (FEUSACh) en particular y de las Federaciones estudiantiles en general (CONFECh). Al margen de talleres y foros ligados al proceso constituyente, no se han jugado ser puntos de apoyo para organizar al estudiantado para poder jugar un rol en el acontecer político nacional al calor del debate constituyente.
Esta agrupamiento autoconvocado de estudiantes ya ha dado pasos para ser un espacio de coordinación para la acción, con la elaboración de un mural por exigencia a la Federación, además de un Live en redes sociales para poder llegar a más estudiantes, muestran ejemplos de cómo reorganizar los espacios estudiantiles desde la base.
Esto se da en el marco de un debate que ha marcado el inicio del trabajo de la Convención Constitucional: ¿qué rol va a jugar la Convención en relación a lxs presxs políticxs?
Tanto la Federación como la CONFECh mantienen la política histórica del Frente Amplio y las Juventudes Comunistas de mantener la desorganización y la pasividad por abajo, mientras que por arriba utilizan los organismos como plataformas de apoyo sin crítica a sus decisiones parlamentarias.
Hoy expresado en la disyuntiva de si la Convención debe dedicarse exclusivamente a apoyar el proyecto de Indulto General presente en el Congreso o si, atendiendo a la desconfianza enorme en el Congreso, la posibilidad de veto presidencial y la urgencia de la medida, la Convención se declare en rebeldía y decrete la libertad inmediata de los presos y presas de la rebelión y el pueblo mapuche.
Desde la agrupación de jóvenes anticapitalistas Vencer se viene defendiendo precisamente esta última opción: Que la CC, con sus constituyentes de izquierda a la cabeza, se rebele contra las prohibiciones que le impone las reglas del Pacto por la Paz negociado en las alturas, se declare soberana y decrete la libertad inmediata de todas y todos los presos políticos de la revuelta y el pueblo-nación mapuche.
Ante la manipulación de la prensa burguesa y el resto de poderes del Estado que puedan amenazar por distintas vías, desde la destitución por desacato o el cierre de la Convención con argumentos constitucionales es una tarea de primera necesidad el organizar una gran movilización que escale hacia un paro nacional de estudiantes, trabajadores y trabajadoras, junto al movimiento de mujeres y familiares de presxs políticxs para quitarle piso a cualquiera de esas maniobras.
Con este objetivo han impulsado comisiones en el campus JGM y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile y ahora la reciente comisión de la USACh. Este contenido, por supuesto, no puede ser ganado por imposición, sino por la discusión democrática, con libertad de tendencias, con todas y todos los estudiantes que con entusiasmo desean ser parte de los eventos históricos que atraviesa el país. | 
