El día de ayer se llevó a cabo una sesión en la CC enfocada en lo administrativo para el “correcto funcionamiento de la convención”. Se aprobó la ampliación de la mesa directiva y quedará conformada por nueve miembros, se crearon comisiones, un protocolo sanitario y reglamento nuevo para las licitaciones, aparte de un aparente acuerdo entre los convencionales de distintos sectores en que la redacción de la carta magna, no debe superar los 60 días.
Lo cierto, es que esta sesión se desarrolla en medio de un intento impresentable de boicot por parte del gobierno, por no tener las mínimas condiciones técnicas y sanitarias para la reunión. Esta actitud provocadora por parte de Piñera y de todo un sector político como lo es la derecha, que a pesar de que hoy están completamente reducidos en esta instancia, pareciera seguir dirigiendo el proceso; la tabla, las formas y los tiempos de la discusión a través de la camisa de fuerza que significan las condiciones del Acuerdo por la Paz.
¿Por qué tenemos que acatar las condiciones de un Acuerdo que se firmó a nuestras espaldas?
En vez de estar discutiendo la amnistía a los presos políticos de la revuelta, el fin a la impunidad y las demandas por las que salimos a luchar en octubre del 2019, la CC está discutiendo protocolos y aspectos administrativos y es cada vez más parecido al muñequeo parlamentario que nos ha gobernado durante más de 30 años, pero esta vez con independientes.
A pesar de que la derecha está acorralada y existe amplio apoyo a la demanda por la libertad de los presos políticos, se siguen respetando los pasos a seguir del Acuerdo por la Paz. ¡La Vocería de los Pueblos debe llevar hasta el final su declaración de principios y proponer la moción de decretar la liberación inmediata de todas y todos los presos políticos de la revuelta! [aquí su declaración], llamando también a que se convoque una gran movilización a nivel nacional y un paro efectivo de trabajadores esenciales como los del Metro de Santiago que ayer se movilizaron por sus demandas, por ejemplo, para conquistar su libertad.
Tanto los constitucionales de la ex Concertación, el PC y el Frente Amplio que dicen representar al pueblo, pueden hacerle mayoría objetiva a la derecha y llevar a cabo esto. Pero esto no es suficiente. Pues aunque se tenga mayoría, se ha demostrado que cuando la derecha no puede controlarlo todo por vía de la política, recurre a la fuerza y a la violencia del Estado. Es por eso que organismos como la CUT, la Confech, el Colegio de Profesores, deben llamar a movilizarnos unitariamente en un paro nacional por la libertad de los presos políticos, pues no basta con declaraciones de principios.
No confiamos en que las instituciones de este Estado puedan garantizar la democracia. Necesitamos volver al camino de la organización y la movilización, pues es la única forma que tenemos para conquistar todas nuestras demandas.
El oficialismo está muerto de miedo con el hecho de que se toque el punto de la libertad a los presos políticos, ya que esperan que la Convención constituyente siga siendo un espacio consultivo desligado de todo el contexto social y político actual.
Si no podemos cambiar algo mínimo que es la justicia por la represión vivida el 2019 y el fin a la prisión política ¿Qué nos espera cuando queramos tocar las grandes fortunas de los empresarios, acumuladas gracias al saqueo de los 30 años?. La derecha y el gobierno están ensayando su margen de acción ahora que son minoría, no son momentos para la inconsecuencia.
Es cierto que gracias a los límites del Acuerdo por la Paz los constituyentes no tienen la facultad de "decretar" la libertad inmediata, y que es un limite al que no tenemos que subordinarnos, pero también tienen la autoridad para llamar a retomar el camino de la movilización y defender la libertad de todxs lxs jóvenes y personas encarceladas por manifestarse.
¡Vamos por un paro nacional por la libertad de todos los presos políticos y retomemos el camino de la movilización para imponer todas nuestras demandas a la derecha! | 
