- El jueves 1 de julio, a través del Decreto 427/2021 se estableció que la Hidrovía va a quedar bajo control estatal durante doce meses a partir de principios de agosto.
- La Administración General de Puertos (AGP) estará a cargo de la concesión de la operación para el mantenimiento del sistema de señalización y tareas de dragado y redragado.
- Esto no implica que la AGP realizará las tareas, sino que podrá designar a quienes las llevarán a cabo.
- El cambio central es que por doce meses el Estado estará a cargo de cobrar los peajes sobre esta vía navegable.
¿Cómo era hasta ahora?- La concesión estaba en manos de Hidrovía S.A, una empresa integrada por la belga Jan de Nul y la argentina Emepa, cuyo dueño es Gabriel Romero, un lobista del radicalismo, cercano al fallecido expresidente Raúl Alfonsín.
- Esa concesión fue realizada en 1995 bajo el esquema de privatizaciones menemistas, que tenía el criterio de asociar a un operador multinacional con un empresariado local.
¿Qué importancia tiene la Hidrovía?- La Hidrovía Paraná-Paraguay es el segundo corredor natural de Sudamérica, que recorre casi 3.500 kilómetros desde Brasil hasta la desembocadura en el Río de la Plata.
- El tramo bajo que está bajo concesión abarca unos 1.300 kilómetros. E integra la una de las reservas de agua más grandes del planeta: el Acuífero Guaraní.
- Actualmente, por la Hidrovía se transporta el 80 % de las exportaciones argentinas y el 75 % de las importaciones. Pero, fundamentalmente, se exporta por allí la producción agraria.
- Su importancia estratégica hace que las grandes potencias quieran tener un pie en la Hidrovía. Hay una empresa China con aspiraciones a quedarse con la concesión.
- Por otro lado, se dice que el FMI quiere que el control quede en manos de las empresas multinacionales de las potencias tradicionales.
¿Qué controversias existen?
- Hay muchas. Una muy importante sobre el impacto en el medio ambiente. En la actualidad existe una bajada del Río Paraná con consecuencias para muchos, pero muchos habitantes y para la fauna.
- También hay controversias económicas. La empresa Hidrovía no solo tiene concesionado el dragado, sino que es la misma que cobra el peaje a las embarcaciones que navegan. Y luego informa al Estado.
- Francisco Muzzo, que es sociólogo y becario de Conicet, especializado en el tema, explicó en La Izquierda Diario que el tratado de la Hidrovía, que excede a la concesión, brinda mucha flexibilidad a los barcos que navegan. O, dicho de otra manera, el Estado no controla casi nada.
- Y en realidad, el problema empieza en los propios puertos privados que tienen las grandes agroexportadores. Allí el Estado controla poco y nada. El caso de Vicentin dejó expuestas las maniobras que hacen las empresas para evadir impuestos y fugar capitales.
- Las grandes multinacionales aceiteras, pero también las nacionales, suelen tener sedes en Brasil o Paraguay, por lo cual les resulta muy sencillo triangular ventas, subfacturar y evitar el pago de impuestos.
¿Cómo sigue la historia?- No está claro. Depende de la acción de múltiples actores.
- La oposición de Juntos por el Cambio y las empresas multinacionales, obviamente, quieren que quede todo como está.
- Quieren que la AFIP, la aduana, migraciones y todos los organismos de control tengan que actuar como un extranjero en sus puertos privados y en una hidrovía bajo control privado.
- Según Muzzo, el peaje está en alrededor de U$S 3,5 por tonelada, pero existe un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario que indica que podría reducirse a U$S 1 por tonelada. Pero las empresas no se quejan de esa situación. Sospechoso ¿no?
- Pero dentro del Gobierno también conviven posiciones distintas.
- La voz oficial, a cargo del Ministerio de Transporte, que conduce Alexis Guerrera desde el fallecimiento de Mario Meoni, dice que van a confeccionar pliegos licitatorios para la nueva concesión.
- Guerrera habla de una “licitación grande” para una concesión de 15 años. Y que en la preparación van a participar el Consejo Federal de la Hidrovía y universidades públicas.
- Pero hay otros sectores del Frente de Todos, como el senador Jorge Taiana o la diputada Fernanda Vallejos que proponen un mayor control y administración estatal sobre la Hidrovía.
- La Hidrovía es evidentemente estratégica, pero no basta con una mayor intervención estatal si el sistema agroexportador sigue en manos de unas pocas multinacionales como la china Cofco; las estadounidenses Cargill, ADM-Toepfer y Bunge; la suiza Glencore; la francesa Louis Dreyfus; las argentinas AGD y Molinos. Ese poder no se termina si no se nacionaliza el comercio exterior.
- El debate sobre la Hidrovía, desde un punto de vista anticapitalista y socialista, amerita un planteo de reorganización social más amplio, donde no solo se discuta qué hacer con la ruta por donde se van las riquezas, sino también con qué fines se produce riqueza: si para alimentar las ganancias de unos pocos o para atender las necesidades sociales.
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