A siete días de iniciada la medida de fuerza por los choferes de colectivos ante la falta de pago de sus salarios y el aguinaldo desde el gobierno provincial y municipal no hay ninguna respuesta ante la falta de solución por parte de las empresas.
Pero no solo eso, el propio Intendente capitalino, anunció hoy a través de un comunicado de prensa que el reclamo de los trabajadores es “poco razonable” y convocó a taxistas y autos particulares a transportar a la población.
Esta es una forma de declarar la guerra a los choferes y defender a capa y espada a los empresarios del transporte que mes a mes perciben millones en subsidios nacionales y de la provincia. Además de los ingresos por la venta de los boletos. A ellos ni siquiera les exigen que muestren su contabilidad para saber a dónde van a parar los fondos públicos y por qué no pagan los salarios como corresponde.
Esta cuestión de dejar correr vale tanto para el gobierno municipal, provincial y nacional. Incluso este último es el que gira la mayor parte de los subsidios, ¿debería exigir algún control, no?
Esto ocurre a semanas de una elección que el gobierno hizo la medida del bipartidismo (UCR-PJ) logrando salir fortalecidos y de esa forma pretenden disciplinar a los choferes y avanzar en ataques a los trabajadores como es el caso de las vendedoras y vendedores ambulantes que en la capital les exigen que se empadronen hasta el 15 de julio, caso contrario, recibirán multas.
Pero los trabajadores del transporte se mantienen firmes y decididos a que las empresas y los gobiernos cumplan con la obligación de cancelar las deudas salariales y el pago del salario de junio y el aguinaldo.
Es entonces que en este plan de guerra las patronales con los gobiernos de su lado donde está en juego torcerles el brazo. Para ello, se vuelve fundamental fortalecer la organización desde abajo con asambleas por empresa y asambleas generales que permitan coordinar con más fuerza al conjunto de los trabajadores y contar también con una comisión de lucha que permita fortalecer la planificación de las medidas.
Más aún si se presenta un conflicto más largo en el tiempo que exigirá de buscar la solidaridad del pueblo trabajador y exigir el apoyo de los gremios, centros de estudiantes, centros vecinales, organizaciones sociales, entre otros, y así sumar recursos a las ollas populares, constituir un fondo de huelga y ganar fuerza en las movilizaciones que sean necesarias.
Desde el PTS en el Frente de Izquierda convocan a apoyar las medidas de lucha de los choferes y a rodear de solidaridad como ya comenzaron los jóvenes estudiantes y trabajadores precarios aportando colectas a la ollas populares.
Frente a la crisis que atraviesa el transporte de colectivos por el accionar de los empresarios y los gobiernos, la propuesta de la izquierda consiste sobre la base de la apertura de la contabilidad de las empresas, profundizar la pelea hasta lograr la estatización del servicio bajo control de trabajadores y usuarios para reorganizar el transporte en función de las necesidades populares y no de la ganancia de unos vivos. |