Un usuario de Tik Tok comenzó a subir videos donde muestra y denuncia cómo es obligado a firmar una carta de renuncia por gerentes de Cinemex, como condición para recibir su finiquito. Dicha carta, que además no es escrita por el trabajador, afirma que recibió el conjunto de los pagos y prestaciones que por ley le corresponden, esto a pesar de que durante la pandemia miles de trabajadores fueron descansados sin recibir el 100% de su salario, pues como denuncia este usuario, únicamente se les pagaron tres de diez meses.
Además, al firmarla, el trabajador renuncia a la posibilidad de demandar a la empresa ya que “se reserva acción o derecho a ejercitar en su contra (la de Cinemex) y/o de quien represente sus intereses, derivado del trabajo y la relación laboral que existió entre nosotros”.
"Pues tú dime", se escucha que dice la empleada, "¿lo ves arriba o...?". "Pues es que no sé", responde incierto el chico mientras graba discretamente el intercambio. "O sea, ¿firmo ahorita y ya?". Su superior responde: "Sí, o sea, sería un trámite normal. Se te da de baja tu tarjeta y se te deposita tu finiquito. Yo te doy la baja, vienes, este, te llamamos, firmas el acuse de finiquito y después se te deposita".
En una segunda parte se ve que el intercambio prosigue. "Así que depende de ti", sentencia la que parece ser la coordinadora. "O sea, ahorita firmo, ya dependiendo de lo que diga Enrique. Y ya este se hace lo que se tiene que hacer y todo. Porque si no firmo y me espero, ya no puedo venir a [inaudible] nada". "No, porque nosotros metemos la baja", le responde; "o sea, yo hoy tengo que meter la baja sí o sí porque ya me la están pidiendo. Entonces una cosa es que tú me la firmes y ya hacemos el trámite normal y se te da el dinero. Si tú no firmas, tendrías que ir al corporativo y ya no tendrías que verlo con nosotros para nada. Todo ya sería con CRH. Lo ves con ellos y ya no sé qué pase. De ahí no sé. Por lo que yo he escuchado es que si revisan y ven que tu versión y la versión de Control Interno es distinta, la verdad es que son más pesados".
Evidentemente la empresa no entrega la hoja de despido explicitando el motivo del mismo, pues lo que busca, simulando una renuncia de manera ilegal, es no pagar la liquidación que al trabajador le corresponde.
El usuario en cuestión subió otros videos donde documentó diversas prácticas dentro de Cinemex. Palomitas tiradas en el suelo y posteriormente incorporadas a las máquinas de las tiendas de golosinas; en otro video se lee: "antes de la pandemia, en marzo de 2020, nos ofrecían un permiso sin goce de sueldo por 15 a 30 días, lo cual es ILEGAL en Cinemex". En otro más, la coordinadora le pregunta: "¿qué pasó con tu cheque? Si el coordinador te está mandando a tu casa, checas y te cambias y no te puedes quedar"; el muchacho responde: "sí, pero pasé al baño".
En otro más, denuncia cómo Juan Carlos Dorantes Mejía, quien es ahora gerente regional según el video subido a la red social, manda un audio explicando cómo "se suspende otra vez el pago de nosotros hasta nuevo aviso". Otro denuncia que "te acosan laboralmente por llegar temprano a trabajar y te inventan que checaste sin uniforme y te amenazan con checar cámaras a puerta cerrada". Prácticas insalubres, prohibición de celulares, monitoreo de publicaciones en redes sociales y más ejemplos de hostigamiento laboral.
Este mecanismo no es exclusivo de Cinemex, son múltiples las empresas, principalmente las de aquellos sectores de servicios donde las contrataciones son altamente precarias y en su mayoría se contrata a jóvenes y mujeres ocupando sus condiciones de edad o género para negarles derechos laborales básicos.
Otra usuaria de Tik Tok, subió un video donde también está siendo obligada a firmar una carta de renuncia, en su caso, ella estaba contratada por la vía de una empresa de outsourcing llamada PAE.
El caso es básicamente igual que el de Cinemex: una carta de renuncia que ella no escribió como condición para recibir un finiquito, debe grabar clandestinamente pues ni tomar foto a su carta le dejan y ninguna explicación sobre la razón de su despido.
"¿Por qué estoy firmando una renuncia voluntaria si me están corriendo en contra mi voluntad?", pregunta la chica que también optó por grabar su intercambio. "Pues porque tú lo decidas o no, en este caso tú no lo decidiste pero bueno se deben de firmar esta carta. Aunque nosotros no estemos de acuerdo", le responden.
La chica reitera: "lo poco que yo sé es que si ahí dice ’renuncia voluntaria’, uno cuando firma contratos y así, porque la primera vez que yo firmé un contrato con ustedes yo hice una anotación porque salía que yo tenía que trabajar los sábados, me habían mandado un contrato que no era, y se hizo la anotación. ¿Por qué esta vez no es voluntaria y yo no puedo poner ahí que me entreguen mi cheque de algo que pues es mi derecho? O sea, ¿sabes? Como es algo que está mal".
Si de por sí, los trabajos de servicios son precarios, la pandemia hizo que estas condiciones se recrudecieran, pues frente al endeudamiento que empresas como Cinemex y Cinépolis ya cargaban al haber pedido préstamos millonarios a bancos para expandirse y el cierre de sucursales durante el semáforo rojo, la política fue recargar la crisis en los trabajadores.
Bajo la lógica de incrementar las ganancias para Cinépolis, dicha empresa adquirió diversas deudas con BBVA, HSBC, Santander y Bancomext, pero quienes pagan los platos rotos por el hambre de aumentar los millonarios ingresos de la patronal, son los trabajadores, a quienes no se les aumenta el sueldo en tiempos de bonanzas, pero sí se les recorta en tiempos de crisis. En el caso de Cinemex, la empresa es de Germán Larrea, uno de los empresarios más ricos de México, quien además ha recibido el mote de "el rey del cobre" por las diversas minas de ese metal, las cuales tienen un amplio historial de contaminación, ya que son parte del consorcio de Grupo México.
Durante los meses que las sucursales cerraron, sus trabajadores no recibieron salarios, en otros casos los descansaron con el sueldo mínimo o con recortes del 50%. La alternativa para muchos de estos jóvenes que se vieron obligados a renunciar para conseguir ingresos en otros trabajos, fue laborar como repartidores de apps, otro empleo ultraprecarizdo donde ni siquiera se cuenta con relación laboral con las empresas.
Ante las maniobras de las patronales para obligar a los trabajadores a renunciar amenazándolos con no recibir ni su finiquito, es urgente que los trabajadores de cada cine respondan de manera organizada para denunciarlo e impedirlo, pues lo que hay de fondo es que frente a la crisis económica a la que los llevó su propia hambre de ganancias, buscan arrebatarles a los trabajadores hasta el último peso posible aprovechándose de que la legalidad opera a favor de los empresarios y no de los trabajadores.
Si las empresas se declaran bancarrota para justificar los despidos o recortes salariales, como en el caso de la filial de Cinemex en Estados Unidos, es necesario exigir que se abran los libros de contabilidad, pues aunque la realidad es que han disminuido las ganancias de las empresas de cine, esto no quiere decir que no se puedan pagar íntegramente los salarios de sus trabajadores, pues como ya explicamos, la lógica de la patronal es que sean ellos quienes no pierdan. |