Pere Aragonés decía el pasado domingo sobre la remodelación ministerial llevada adelante por Pedro Sánchez un día antes en el seno de su propio Consejo de Ministros, que "lo destacable no es el quién, sino el qué", refiriéndose a cómo estos cambios de titulares en las carteras españolas influirán en la relación entre el nuevo Gobierno de la Generalitat y el Ejecutivo de Sánchez y la manifiesta restauración autonómica de Cataluña.
El propio presidente decía también, y sobre todo, que "lo que esperamos es que la comisión bilateral Estado-Generalitat prevista para finales de este mes de julio pueda avanzar en lo que es el ámbito de inversiones".
Sin duda, con esta flagrante sentencia del presidente Aragonés bien podríamos dar por cerrado este artículo, aunque después añadía que "en el mes de septiembre, en la mesa de negociación, que lleven una propuesta para la resolución del conflicto político" .
Pues ha quedado más que claro durante estos meses que la hoja de ruta del nuevo Gobierno de la Generalitat no es otra que la vuelta al autonomismo, y como contrapartida, claro, un buen aperitivo de los fondos europeos destinados a inversiones en Cataluña .
Sin embargo, como bien decía Santiago Lupe en este artículo , aunque ha hecho una renovación a conciencia de los ministros más desgastados, Sánchez ha querido garantizar el mantenimiento de todos los perfiles que tocan los palos económicos.
Empezando por la ministra de Economía Nadia Calviño, y que ahora también será vicepresidenta primera. Un reconocimiento a la tarea de obediencia a los dictados de Bruselas, y conseguir al mismo tiempo un plan aprobado por la Comisión Europea que hace que las contrapartidas y ajustes de los fondos europeos recaigan sobre la clase trabajadora a medio plazo.
Otra novedad es Isabel Rodríguez, que en este caso sustituye a Miquel Iceta en el ministerio de Política Territorial, pieza clave en la "famosa" tabla de negociación con el Gobierno de la Generalitat, pero sobre todo para la negociación de la financiación autonómica y el reparto entre administraciones de los fondos europeos, cuestión prioritaria para el Gobierno de la Generalitat.
Rodríguez, gana peso así como una de las ministras de confianza de Pedro Sánchez, ya que también será la nueva portavoz del Gobierno central. Iceta, por su parte, pasa a ser titular de Cultura y Deportes, todo ahora que gobierno central y catalán permanecen más próximos que nunca en poner fin a las aspiraciones democráticas a cambio de una mejor financiación, tal y como viene anunciando el consejero de Economía y amigo de las grandes multinacionales, Jaume Giró.
Por último, otra de las novedades que tocará de cerca territorio catalán es la sustitución de José Luís Ábalos por Raquel Sánchez, ex alcaldesa de Gavà y dirigente también del PSC, como nueva ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Sánchez tendrá un papel destacado ya que, por un lado, tendrá que lidiar con la cuestión de acabar con la ley de alquileres catalana aprobada hace un año, y aprobar otra a nivel estatal que deje menos descontentos los grandes tenedores de inmuebles y la banca.
Por otra parte, la nueva ministra de Transportes deberá gestionar la ampliación del Aeropuerto del Prat en consonancia con el gobierno de la Generalitat y Aena. Cuestiones todas, que al fin y al cabo, atienden a los objetivos del Gobierno neoliberal de Aragonés.
No obstante, hay que tener en cuenta que el Gobierno de Aragonés, como sus predecesores, hace uso de la simbología y la hipocresía, en este caso poniendo sobre la "mesa" la amnistía y la autodeterminación, para lograr el retorno de el autonomismo y más dinerito para los negocios de la burguesía catalana a cambio de vender las aspiraciones democráticas por el derecho a decidir del pueblo catalán. |