El equipo de Gallardo cosechó una importante victoria en el segundo tiempo y viajará a Asunción más tranquilo para la revancha. Mercado a los 14 minutos abrió el marcador y a los 27 fue Mora con un golazo selló un excelente resultado. En una semana definen el pasaje a la final.
El primer tiempo del que fueron espectadores quienes asistieron al Monumental fue muy parejo. Demasiado para las aspiraciones coperas de River. Es que el equipo paraguayo le planteó un partido muy trabado en el medio, en una mitad de cancha superpoblada y con Kranevitter y Ponzio poco precisos para la marca y para la salida. Guaraní no apostó a una espera pasiva ni estática: lo demostró antes de los 10 minutos cuando transformó una contra en un toqueteo para llegar a pura pared al área de Barovero que capturó la pelota tras un centro débil. El equipo aurinegro contaba con Benítez para la asistencia y Santander (un delantero grandote y morrudo) para aguantar y tratar de complicar a la defensa riverplatense.
Enseguida llegó la mejor oportunidad de ese primer tiempo: fue para los de Núñez cuando de un centro llegó un cabezazo de Lucho González que el arquero Aguilar despejó mal y el rebote fue conectado por el uruguayo Sánchez que con el arco casi vencido remató de cabeza desviado. No se podía creer.
El resto de esa primera etapa fue para el cero, con River buscando por la derecha con el empuje de Sánchez como casi único argumento y centros que terminaban diluidos en el área de los seguros zagueros paraguayos.
Para el segundo tiempo parecía repetirse el libreto de la (floja) película: River desperdiciaba la pelota con pelotazos en diagonal (ya no se los podía considerar ni siquiera “centros”) de fácil despeje.
Pero a los 14 minutos, la película encontró a su héroe. Otra vez Gabriel Mercado se puso el traje de protagonista (igual que en la fase clasificatoria ante Juan Aurich y en la final de la Sudamericana de 2014). De un córner bajado por la cabeza Alario que dejó a la pelota boyando en el punto del penal y llegó el remate de frente y con decisión del marcador de punta al gol. Era 1 a 0 para el local.
Le vino bien el gol a River y también el ingreso de Pity Martínez por Lucho González. El gol le aportó tranquilidad y el Pity mayor peso ofensivo.
Un rato después, de un despeje vino una contra fabulosa. Alario tocó de primera -de espaldas al arco- para que se escape Mora a la carrera y al ingresar al área de Guaraní decidió aprovechar el pique del balón y tocar suave por arriba para estampar un golazo. El efecto “globito” que trazó la trayectoria de la pelota para fundirse en un beso apasionado con la red fue el fenómeno físico que nos recuerda porqué el fútbol es un deporte tan bello y despierta sensaciones comparables al amor. Golazo, la frutilla del postre, o mejor dicho, la Mora… Iban 27 minutos.
Golazo de Mora para el 2-0
Con el 2-0 arriba, River manejó el trámite de lo que quedaba del partido. Al cierre del encuentro, hasta tuvo la posibilidad el mellizo Funes Mori de repetir su racha goleadora con otro tiro libre (convirtió el domingo en la fecha por el campeonato local), pero el remate salió desviado.
El equipo de Gallardo en esta versión 2015 está lejos de aquel “3 G” (gustar, golear, ganar) y del rendimiento del campeón de la Copa Sudamericana. Clasificó con el último suspiro y pasó a las semifinales luego del bochorno en la Bombonera, sin poder desplegar argumentos propios. El triunfo de anoche empieza a darle chapa de candidato. Esta vez, la película tuvo final feliz. Al menos para esta primera parte de la saga.