Las familias que trabajan en la feria de la Plaza Don Bosco de la ciudad de Cipolletti se movilizaron en horas de la mañana hasta el edificio municipal para que los reciba el Intendente Claudio Di Tella y poder llegar a un acuerdo que les permita mantener su fuente de ingresos.
Entre los feriantes, hay mujeres que son sostén de familia, jubilados, personas con discapacidad y jóvenes que no consiguen empleo, o lo han perdido a raíz de la pandemia.
La feria funciona en el lugar desde hace más de 25 años, pero desde el año pasado la persecución por parte de representantes del municipio, hoy al mando de Juntos Somos Rio Negro, se incrementó, llegando al punto de desalojarlos del espacio. Ante esa situación las y los vecinos se organizaron y volvieron a instalarse pero las amenazas continúan.
La práctica del ejecutivo municipal consiste en el hostigamiento y amenazas de desalojo constantes, para luego convocarlos al diálogo y ofrecer traslados a lugares que no cuentan con las condiciones para las casi 200 familias que dependen de lo que venden en la ya histórica feria de la plaza Don Bosco.
Integrantes de la comisión de la feria después de algunas horas fueron recibidos por el intendente quien se comprometió al cesar con las amenazas de desalojo y ofrecer un espacio donde reubicarlos. Sin embargo las familias en declaraciones a este medio ratificaron que el único acuerdo viable es el que garantice su fuente de trabajo y la permanencia y mejoramiento del espacio de Plaza Don Bosco. | 
