Este martes Jorge Altamira y otros referentes de la lista Unidad del Frente de Izquierda, como Rubén “Pollo” Sobrero, se reunieron con las conducciones sindicales que integran la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT).
La invitación había sido cursada por el mismo agrupamiento sindical, hace cerca de 15 días, en un intento de mostrar pluralidad, invitando a distintos candidatos presidenciales. Massa, Macri y Stolbizer ya pasaron por ahí y ahora los dirigentes esperan la respuesta de Daniel Scioli.
Se trata de un escenario donde los candidatos plantean lo que puede ser considerado un “proyecto de país”, reuniones institucionales donde se buscan “puntos de coincidencia”.
En ese marco, la presentación a estos burócratas sindicales de un documento programático por parte de una de las listas del Frente de Izquierda, para “promover un debate en el movimiento obrero y en el país”, es un error, ya que actúa como una lavada de cara, mejorando la imagen de estos dirigentes que siempre buscan acomodarse con los gobiernos de turno.
Más aún. Según la Agencia DyN, Néstor Pitrola del Partido Obrero aseguró que “tuvimos un amplio debate sobre el accionar del movimiento obrero” y remarcó que le pidieron a la CATT “apoyar a los candidatos de la izquierda y no a las candidaturas de Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa para luchar contra el ajuste que se va a agravar después de octubre”.
Este tipo de declaraciones sólo le sirven a la burocracia sindical de la CATT para lavar su imagen. Lógicamente, desde los gremios del transporte se aseguró que la reunión fue “altamente positiva” y duró dos horas y media. Según Altamira, más de 4 horas. Como sea, se habló mucho.
Una reunión en el marco de la lucha de los trabajadores de la Línea 60
En el comunicado que se había difundido el día lunes por parte del Partido Obrero, anunciando la reunión, no se hacía ninguna mención al paro y el reclamo de la línea 60, a pesar de que la reunión con los gremios del transporte tendría lugar en el marco de este importante conflicto.
Sin embargo, en el que se dio a conocer este martes, posterior a la reunión, sí se mencionan, y los dirigentes del PO e IS se acercaron a una de las cabeceras de la 60 tras el encuentro con la CATT.
Este cambio sólo puede leerse como el resultado de la polémica abierta en el Frente de Izquierda producto de las críticas vertidas desde el otro sector que integra el FIT, que impulsa a Nicolás del Caño como precandidato a presidente, sector desde el cual se había criticado la participación en la reunión con la CATT “en momentos en que los dirigentes de uno de sus gremios principales, la UTA, le están dando la espalda al duro conflicto sindical que están llevando adelante los trabajadores de la Línea 60 de colectivos contra despidos. Incluso los delegados de la 60 están denunciando que la UTA estaría organizando patotas para derrotar el conflicto”.
En las declaraciones del Partido Obrero posteriores a la reunión con la CATT se señala que “en primer lugar, denunciamos la represión a los choferes de la línea 60, en lucha contra los despidos y la persecución sindical, y reclamamos un paro del transporte para que esta lucha triunfe”.
Sin embargo, es un error sólo exigirle medidas de lucha a la CATT y no hacer ninguna denuncia a la conducción de la UTA, que, como denuncian los trabajadores de la Línea 60, organiza patotas para atacar a los trabajadores en conflicto y realiza declaraciones en los medios de comunicación atacando duramente a los trabajadores en lucha. En Lear, por ejemplo, los trabajadores, al comienzo del conflicto, llamaron a la burocracia a abandonar su rol pro-patronal y, en ese marco, exigían que convoque a medidas de lucha en su apoyo.
La represión que los trabajadores de la 60 sufrieron en la noche del lunes sólo es posible producto del brutal carneraje que ejerce la conducción de Roberto Fernández de la UTA. El conflicto sólo es apoyado activamente por la izquierda y el sindicalismo combativo.
Obviamente, Fernández no estuvo presente en el encuentro de este martes, sino suponemos que la reunión no hubiera durado la cantidad de horas que duró.
El cinismo de estos dirigentes de la CATT no esperó ni siquiera un día para expresarse. Pocas horas después de la reunión, los dirigentes salieron a respaldar a la conducción de la UTA frente a los trabajadores de la Línea 60.
Según IProfesional “el titular de la CATT, Schmid, expresó que la entidad esta en contra de los despidos. Sin embargo, dijo que hay que canalizarlo por la UTA, el gremio de los colectiveros que está enfrentado a los delegados de la Línea 60”. El dirigente agregó que "no podemos llamar a un paro por un conflicto en un solo lugar, hoy en día también hay despidos en la flota petrolera y en la pesca". Evidentemente tampoco piensan llamar a un paro por los despidos en tres lugares.
La discusión sobre el “proyecto de país”
En un comunicado emitido por el Partido Obrero luego de la reunión, se informó que desde la izquierda reclamaron “un paro general de 36 horas, activo, con movilización a Plaza de Mayo contra el ajuste como parte de un plan de lucha nacional por salarios igual a la canasta familiar como lograron los aceiteros, por la eliminación del impuesto al salario, contra la precarización laboral y el trabajo en negro, por paritarias sin techo, $8.500 de emergencia para los jubilados y el 82% móvil y la prohibición de despidos y suspensiones por ley, entre otros reclamos”.
No resulta un detalle que esas mismas conducciones son las que sólo lanzaron medidas de fuerza aisladas mientras buscaban espacios de negociación con el gobierno. Sin ir muy atrás en el tiempo, la lucha de los trabajadores Aceiteros no contó con una sola medida de apoyo de estos sectores.
Ni el documento difundido ni las declaraciones posteriores hacen mención a este rol de las conducciones burocráticas, lo cual termina aportando a lavar la imagen de estas burocracias.
En el documento presentado, luego de denunciar la agenda de ajuste de Macri, Massa y Scioli se afirma que “en oposición a esta agenda, el Frente de Izquierda y los Trabajadores reclama el apoyo a otra agenda – la agenda del mundo del trabajo”, y sigue la enumeración de los puntos antes señalados. El documento, lejos de constituirse en una denuncia abierta al rol de estas direcciones sindicales, se convierte de hecho en una suerte de intento de “convencer” a estos dirigentes, lavándole la cara a los que están jugados con los distintos candidatos de los partidos tradicionales, los candidatos del ajuste.
Responsables
En el documento presentado por Altamira y sus acompañantes a la reunión se puede leer que el FIT plantea “la lucha por la democracia sindical y la autonomía de los sindicatos respecto del gobierno, las patronales y el Estado”. Lo paradójico del encuentro reside en que son esos mismos dirigentes burocráticos los que impiden todo atisbo de democracia en las organizaciones sindicales.
Exigirles a las conducciones sindicales burocráticas que “luchen” por la “democracia sindical” y la “autonomía de los sindicatos” es casi un oxímoron. Por solo señalar a este sector se trata de la UTA que empujó a los trabajadores del Subte de Buenos Aires a conformar su propia organización sindical y que hoy hostiga a los trabajadores de la Línea 60.
El documento presentado este martes señala que “expresamos nuestro reconocimiento a esta invitación de los sindicatos nucleados en la CATT. La intención de este documento es promover un debate en el movimiento obrero y en el país”.
En síntesis, esta visita de Altamira, Pitrola y Sobrero a la CATT, y las declaraciones de reconocimiento mutuo, significan un gran retroceso respecto al lugar conquistado por toda la izquierda sindical combativa, que al mismo tiempo que viene participando de los paros nacionales que han convocado las centrales sindicales, se diferenció con piquetes y acciones independientes en todo el país, programática y políticamente. Ayer se invirtió el apotegma del frente único obrero: no se "golpeó juntos", ya que las luchas siguen aisladas, pero sí se "marchó juntos", lavándole la cara a la burocracia sindical. |