En la polémica participación de los compañeros del PO y una fracción del FIT en la cumbre de la CATT, creo que hay un aspecto de la discusión que ha pasado inadvertido. En la misma hay dos planos, uno en relación al método de la política hacia los sindicatos (cómo hacer exigencias y en qué ámbitos), y el otro es el del programa, que supuestamente los compañeros del PO lo consideran su punto fuerte (es decir, llevo mi programa socialista a la marcha de Blumberg o a la CATT y tengo salvada el alma).
En cuanto al primer punto, esencial, no se les exigen charlas a los sindicatos. Por ejemplo, desde los piquetes de Panamericana los indomables de Lear pidieron el apoyo del diablo y de su abuela, pero desde su propia acción. En lo que refiere al segundo punto, el programa, observamos que el documento presentado por PO a la burocracia de la CATT (el "programa salvador") habla de "democracia sindical", pero no dice que los dirigentes sindicales ganen como un afiliado de su gremio y que vuelvan a su puesto de trabajo después de su mandato. Aquí se presenta un serio problema, porque PO no tiene un programa para erradicar el burocratismo (que es material y no ideológico, de la existencia de una casta privilegiada enquistada en las organizaciones obreras) de los sindicatos. Algunos compañeros del PO califican el documento presentado a Fernández, Maturano y Cía. de "joya socialista". Extraño socialismo que no dice cómo terminar con el burocratismo en los sindicatos. Aun si fuera correcto presentarle un choclo propagandístico a la cúpula sindical sin sacarle media medida de lucha (que no lo es y no es el método de los marxistas), el documento tiene un agujero enorme porque no combate las bases materiales de la burocracia sindical. |
