El partido de Atlético Mineiro-Boca de la noche del martes quedará para la historia, aunque no tanto deportiva. Tras dos partidos en los que el equipo xeneize fue privado de goles legítimos por decisiones arbitrales con el VAR, quedó afuera tras una derrota por penales.
Pero lo que cobró más repercusión fueron los incidentes al finalizar el partido, entre jugadores de Boca y la policía. Esta terminó arrogando gases en la zona de vestuarios.
Ocho integrantes del plantel de Boca debieron declarar por los incidentes: Gayoso (entrenador de arqueros), Somoza (ayudante de Russo ), Cascini. Rojo, Izquierdoz, Villa, Zambrano y Javi García. El resto del plantel los acompañó a la comisaría.
Quedaron acusados de "crímenes contra el patrimonio", según explicó la Policía Militar,que impidió que partiera el micro que los iba a llevar desde el estadio hacia el aeropuerto.
Se prevé que los jugadores regresen finalmente esta tarde y Boca pagaría una multa de 9.000 reales.
La Embajada Argentina en Brasil informó que apenas iniciados los incidentes el embajador Daniel Scioli solicitó al cónsul argentino en Belo Horizonte, Santiago Muñoz, que se pusiera "a disposición" de la delegación deportiva argentina, para "colaborar con asistencia legal y consular".
La embajada aseguró que durante la tarde regresaría el plantel xeneise al país.
Ni bien finalizado el partido, las cadenas televisivas y las redes sociales mostraron cómo varios integrantes del plantel se defendían de la agresión de la policía y personal de seguridad del club, mientras algunos jugadores exhibían los efectos de los gases.
Los disturbios comenzaron después de que los futbolistas fueron a reclamarle al árbitro, Esteban Ostojich, quien a instancias del VAR anuló un gol legítimo de Marcelo Weingandt. Luego la policía empezó a lanzar gases hacia la zona del ingreso del vestuario visitante. |