Mulk Raja Ananda fue uno de los más prominentes intelectuales hindúes del siglo XX. Como novelista, filósofo y activista político fue mordaz en sus críticas hacia la sociedad de castas y la brutalidad de la explotación colonial Británica. Su actividad periodística como corresponsal de la BBC lo llevaría a conocer a George Orwell y Pablo Picasso durante la Guerra Civil Española.
Mulk Raj Anand nació en 1905 en Peshawar, actual territorio pakistaní. Hijo de un calderero y una campesina, durante toda su infancia lo único que conoció fue la miseria y el despotismo de los sahib termino con el que se designaba a los ingleses o a cualquier oficial durante la ocupación británica de los territorios de la actual India. Fue esta realidad social en constante contradicción la que lo impulsara a la edad de 13 años a participar de las jornadas libertadoras que sacudirían el subcontinente asiático y la que iría conformando su conciencia política.
Se graduó con honores en 1925, del Khalsa College de Amritsar para después trasladarse a Inglaterra, en donde estudió en el University College London y en la prestigiosa Universidad de Cambridge, donde obtuvo el grado de Doctor en Filosofía tras una disertación respecto a la epistemología de Bertrand Russell y el empirismo inglés. Durante todos esos años se mantuvo trabajando de forma precaria en un restaurante.
Es también en esta etapa cuando perteneció al Grupo Bloombury, círculo de intelectuales de primera mitad del siglo XX, en el cual tuvo la oportunidad de conocer a Virginia Woolf y Edward Foster. Sería en este periodo donde adoptaría las técnicas del modernismo literario y publicaría sus primeros trabajos literarios en los cuales se esmeraría por refutar los mitos sobre el hermetismo y el mismísimo asociado a la cultura oriental.
La literatura como reivindicación identitaria y arma de denuncia. El microcosmo de los parias
Todos estos héroes, como los demás hombres y mujeres que aparecen en mis novelas y en mis cuentos, me eran caros porque personificaban auténticamente a la gente que conocí durante mi niñez y juventud. Mulk Raj Anand
En 1935, junto con otros intelectuales, fundó la Asociación de Escritores Progresistas de la India, conjunto de literatos que se autodenominaban antimperialistas y que pesaban la realidad desde un polo de izquierda plegado al socialismo. El movimiento tiene sus orígenes con la prohibición en 1932 de Angarey, una recopilación de nueve cuentos y una obra de teatro de un solo acto, la cual después de su publicación causó indignación por parte de autoridades civiles y religiosas por lo que fue vetada en todas las Provincias Unidas de Gran Bretaña.
El desarrollo de esta actividad propagandística llevó a Anand a recorrer el viejo continente como defensor de la independencia de la India y por otro lado, le abrió las puertas como corresponsal periodístico de la BBC donde cubrió conflictos bélicos como la Guerra Civil Española de 1936, donde conocería a Picasso y frecuentaría su colección privada. También trabajaría de guionista durante la segunda guerra mundial. Como periodista en dicha agencia de noticias, conoció y trabó amistad con otro de los grandes escritores de su época, George Orwell, quien incluso en 1942 reseñara su libro La espada y la hoz.
En 1937 sería publicada su obra más polémica Dos hojas un capullo. Si bien, en sus novelas y cuentos anteriores ya había retratado las condiciones de vida de sus compatriotas y el tema para la época no era nuevo en la literatura producida por escritores hindúes, Anand iría más allá al colocar en un mismo espacio literario a personajes de británicos en convivencia con los pobladores de la india, inaugurando el género de la ficción realista anglo-hindú. Por dicha novela, el Gobierno Británico de la India prohibió todos sus libros y le asignó una escolta de la del Departamento de Investigación Criminal C.I.D. acusándolo de sospechoso del delito de sedición y por ser un “tipo de bolchevique” financiado por Moscú.
La novela en cuestión retrata las condiciones de vida en los campos de té de Assam, describe cómo la tradicional bebida Inglesa era producida por el sudor y sangre de miles de campesinos en condición de esclavos, la condición de persecución y asesinato de los sindicalistas que trataban de organizar espacios de defensa de los derechos de los trabajadores y principalmente, y en general la condición infrahumana de los propios Indios en sus tierra, pero aún más importante, reflejaba la brutalidad y permisión de los gentleman británicos quienes no soportaron la exposición de su propia bestialidad disfrazada de progreso.
El libro fue bien recibido por la crítica, Goronwy Rees, entonces director de la sección de literatura de Spector le dedicó una larga y cordial columna por la que protestaron el cuerpo directivo del Indian Tea Association, quienes consideraban que la novela atacaba a los cultivadores de té británicos en Assam. En la réplica en el periódico se apoyaron de los datos de la Comisión Whitley para el Estudio del Trabajo en la India de la Comisión Real del Trabajo, donde casualmente dejaron fuera las observaciones de los dueños de las plantaciones. Ahí afirmaban que “los sindicatos traerían aparejados trastornos, y por esa razón debemos guardar nuestros caminos y ejercer control sobre la gente que entra a nuestros dominios”.
Las observaciones sobre el fuerte aislamiento de los trabajadores para no dejarse “influenciar por el exterior” y el impedimento estricto de acercarse a los obreros si no era con el permiso del administrador; los testimonios de los campesinos sobre los golpes y las inspecciones nocturnas en sus casuchas para corroborar que no hubieran escapado, ni la explicación de los terratenientes para no elevar el nivel cultural y educativo de sus trabajadores, bajo el pretexto de perder mano de obra pues en las plantaciones los niños de 4 años ya se consideraban aptos para trabajar.
Sin duda Mulk Raj Anand es uno de los autores más prominentes de la escasa literatura de la India que se ha llegado a traducir. Socialista por convicción pese a su desencanto con la ruptura del Partido Comunista de la India, se mantuvo firme en sus convicciones políticas, dedicó su obra a atacar los aspectos estructurales de la desigualdad en la India durante la dominación Británica y siguió siendo critico de los aspectos más retrógrados de la herencia colonial y brahmánica de su país después de la independencia. Sostuvo hasta el final de sus días, en 2004 a la edad de 99 años, que la literatura y la política eran inseparables. |