Esta tarde el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires Sergio Berni dio a conocer mediante un tuit, una nueva inversión para fortalecer a la Policía Bonaerense:
Como afirma el ministro, esta inversión "optimizará las condiciones para que miles de cadetes accedan a una formación de calidad, que resulte cada vez más eficiente para el desempeño de su labor". Recordemos que Berni ya había beneficiado a la Policía Bonaerense mediante aumentos salariales otorgados en la pandemia luego de los motines realizados por la Policía Bonaerense; los cuales superaron los aumentos reconocidos para trabajadores de la salud.
Los anuncios que muestran que las fuerzas "de seguridad" son una de las prioridades del gobierno, son moneda corriente en periodos electorales. Las distintas fuerzas políticas compiten entre sí ofertando mayor "seguridad" a los argentinos. Pero además, las inversiones se multiplican de manera proporcional al aumento de la crisis: el ajuste y la pobreza no pasan sin represión. Y en esto coinciden todos los gobiernos.
El fortalecimiento de las fuerzas no es novedad en la gestión del Frente de Todos. Desde que empezó la pandemia, el gobierno reivindicó a las fuerzas presentándolas como "la policía del cuidado", por las tareas realizadas para restringir la circulación y distribuir alimentos en los barrios más afectados por la crisis.
Sin embargo, durante el desalojo violento de familias sin techo en Guernica, la policía bonaerense dejó clara su función, aún bajo el mandato de Axel Kicillof: cuidar la propiedad privada y responder a la crisis social y habitacional con represión. Pero además, los datos de la UNICEF revelan la criminalización que sufre cotidianamete la juventud: 181 mil adolescentes manifestaron haber sido parados por la policía en la vía pública y 85 mil de ellos denunciaron que fueron agredidos por las fuerzas durante la segunda ola.
Estas inversiones impulsadas por el gobierno de la Provincia a cargo de Axel Kicillof fortalecen a la Policía Bonaerense, una fuerza que criminaliza a los jóvenes en los barrios; que es responsable de la desaparición y muerte de Facundo Castro y que tardó 6 días en dar comienzo a la búsqueda de Tehuel, un jóven trans que continúa desaparecido.
Mientras tanto, las inversiones para generar trabajo de calidad y para que millones de jóvenes accedan a la educación, continúan ausentes. | 
