Este último 18 de julio las elecciones primarias chilenas, para elegir los candidatos a las presidenciales, se caracterizaron por el signo de la moderación.
Daniel Vargas que además es abogado y dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios, daba unas pautas para entender en que situación se encuentra Chile, y la relación entre el desvío (cocina parlamentaria como es llamada en el país hermano) de la rebelión popular, que para que no se desarrollara los partidos del régimen -incluido el Frente Amplio- dieron lugar a la Convención Constituyente encorsetada que no responde a las demandas de las mayorías populares.
.Sebastián Sichel, fue la novedad en la derecha. Un candidato que viene con participación en el gobierno de Piñera. Recibió apoyo de muchos sectores empresariales, era el que tenía una política más seria en términos neoliberales. Una agenda profundamente neoliberal, o la más neoliberal entre todas las candidaturas. Por eso se convirtió en última instancia, en el candidato del Gobierno de Piñera. Pero dentro del espectro político, representa un corrimiento al centro, porque para la derecha tradicional es un candidato más moderado.
En lo que respecta a la primaria de Apruebo Dignidad Gabriel Boric se encumbra y eleva sobre el candidato que parecía favorito, que era Daniel Jadue del Partido Comunista. Hay una lectura en torno al voto de las capas medias y centro urbanos, que tendió a la moderación. Hay relación entre el proceso de primarias, la elección de convencionales y el Acuerdo por la Paz de la cual Boric es uno de sus autores, aún en contra del conjunto de su partido. Una línea de desvío hacía un llamado a la votación de centro, y ahí es donde Boric terminó descontando. Boric tenía un perfil de centro, muy moderado.
.El Partido Comunista tuvo una línea de moderación constante luego del estallido social, dirigiendo la Mesa de Unidad Social con organizaciones sociales y sindicatos, se negaron a mantener la movilización y el llamado al Fuera Piñera, huelga general y Asamblea Constituyente, y estuvieron meses pidiendo una mesita de negociación que el gobierno nunca se las dio. Correrse a la moderación le costó entregarle un enorme espacio a candidaturas como la de Boric. Hay un enorme sector de fuerzas de izquierda que ahora no quieren hacer campaña por Boric porque lo que se fortalece con la votación es el centro.
.La Convención Constituyente se instala en base a un desvío acordado entre los partidos tradicionales del régimen, que establecieron un plebiscito y elección de convencionales. Los límites a la Convención que hacen que tengan las manos atadas son grandes como: no dejar participar a los menores de 18 años, o no poder tocar materia de derechos internacionales, lo cual evita tocar derechos sobre el agua, sistemas de pensiones, concesiones mineras y propiedad privada de grandes empresarios, etc. Las expectativas de la población son inmensas en torno a la Convención, pero tiene ese problema de origen.
.En las presidenciales los partidos tradicionales, la derecha pero también la centroizquierda, querrán acentar el desvío. Por eso para nosotros desde el PTR es importante levantar una bandera de independencia de clase. Queremos impulsar un frente anticapitalista, para la izquierda, para los luchadores y luchadoras, conformando comités no sólo de carácter electoral, sino para movilizarse y luchar por la libertad de los presos políticos, capaz de impulsar una agenda urgente de medidas sanitarias y sociales, como un salario de emergencia acorde a la canasta familiar. Un frente de estas características, que pelee por un programa estructural para acabar con este Chile neoliberal de 30 años. |