Sánchez ha mantenido una reunion especial con 14 fondos de inversión y bancos norteamericanos, entre ellos con Representantes de Blackstone, Soros Fund Management, JPMorgan, Lone Star Funds, Morgan Stanley, o Providence Equity Partners.
A su vez, mantuvo una reunión bilateral con Larry Fink, presidente de BlackRock, el mayor fondo de inversión del mundo y el que más dinero tiene invertido en el Ibex-35. Este fondo buitre tiene importante participación en empresas del Ibex como Santander, Iberdrola, Repsol, Caixabank y BBVA.
El presidente, que ha recorrido sedes de las empresas y platós de televisión, ha querido dejar el mensaje de que España es una plaza segura para las inversiones privadas y un destino más que atractivo, ya que se contará con el estímulo de los 140.000 millones de las ayudas europeas.
La intención del gobierno es conseguir una cifra superior en inversiones privadas, para lo cual se ha ocupado de asegurar que el capital financiero y las grandes multinacionales tienen todo que ganar con sus inversiones en el país. Consultado especialmente por las posibles consecuencias de una reforma laboral o una ley de vivienda, el mensaje de Pedro Sánchez ha sido muy claro: la prioridad son las inversiones y los buenos negocios, todo lo demás (como los derechos de los trabajadores) es negociable.
En los encuentros con Sánchez han participado representantes de Blackstone, un fondo buitre que tiene bajo su control más de 30.000 viviendas de alquiler a través de socimis, y que ha estado detrás de múltiples casos de desahucios de bloques enteros.
En este sentido, ha quedado claro que la "Ley de vivienda", que viene siendo renegociada y postergada entre Podemos y el PSOE, no es ninguna prioridad para el gobierno. Y que, cuando salga, estará totalmente condicionada por estos compromisos con los fondos buitres y la banca. Tando es así, que desde Podemos ya han reconocido que ven muy difícil que la ley pueda salir este año.
Quedan así postergadas, nuevamente, las demandas sociales frente a la crisis de la vivienda, el aumento de los precios del alquiler y los desahucios. Las prioridades del gobierno "progresista" son otras.
Sobre el balance del vieje, en el entorno de la presidencia explicaron que este tenía objetivos económicos, no políticos, y que por eso no se ha reunido con Biden. Aunque es probable que tampoco estuviera en la agenda del presidente norteamericano, más preocupado en estos últimos días por la situación en Cuba, y una nueva ronda de sanciones hacia la isla.
Consultado por la prensa sobre este tema, Sánchez aseguró que tenía “un respeto absoluto a la posición política interna estadounidense”. También indicó que “yo mismo he solicitado al Gobierno cubano que inicie todas las transformaciones, las reformas que se necesitan, para que los cubanos puedan, ellos solos, sin injerencias de nadie, encontrar su camino para disfrutar de los derechos y libertades que, afortunadamente, mi país disfruta desde hace ya muchísimos años”, en sintonía con las posiciones imperialistas respecto a Cuba. Ya que, si bien España apoya la resoluciones que piden el cese del embargo hacia ese país, no hace absolutamente nada para que esto se pueda conseguir, y es solo una declaración formal de tanto en tanto.
De conjunto, el viaje de Sánchez antes del verano, muestra la orientación que viene para el próximo curso politico: un gobierno orientado a lograr una "recuperación económica" importante, priorizando las ayudas a las grandes empresas y postergando una y otra vez las necesidades sociales. |
