Será por 180 días en la región de la cuenca del río Paraná que afecta a las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires. Este fenómeno está ligado en parte al modelo agroproductivo argentino de expansión de la frontera agropecuaria y el uso indiscriminado de insecticidas agrotóxicos. |
La actual bajante del Río Paraná es un auténtico holocausto ambiental y es consecuencia de la expansión del modelo agroindustrial, sumado a los efectos del cambio climático. Esta bajante extraordinaria es récord en la cantidad de tiempo, debido a que las aguas permanecen bajas hace 735 días y el pronóstico indica que continuará hasta diciembre, aseguró en Corrientes el investigador del Conicet, Juan José Neiff.
La declaración de la "Emergencia Hídrica", anunciada hoy por el gobierno nacional, cuando ya estamos en este escenario catastrófico hace tantos días, será instrumentada a través de un decreto que se publicará en las próximas horas en el Boletín Oficial. Faculta al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en su carácter de presidente del Consejo Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, a "delimitar las áreas afectadas por la emergencia". E instruye a diferentes áreas del Gobierno a adoptar medidas para "mitigar las consecuencias de la grave situación que genera la bajante".
Ese decreto dispondría a los ministerios de Desarrollo Productivo y de Trabajo a establecer las acciones pertinentes para la preservación de la actividad productiva y puestos de trabajo; Obras Públicas dispondrá y monitoreará la realización de obras de infraestructura; Seguridad, a través del Sistema Nacional de Alerta Temprana y Monitoreo de Emergencias (SINAME), planificará las medidas de apoyo y toma de decisiones, y por intermedio del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), asistirá las poblaciones ribereñas.
Sobre las consecuencias de esta situación, Rafael Colombo, miembro de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, contó a La Izquierda Diario que "estamos yendo hacia un proceso de sabanización de nuestros ecosistemas, es decir, se vuelven sabanas, que son ecosistemas secos, áridos, típicos de zonas tropicales y subtropicales". |