En el marco del plan de lucha que viene desarrollando la Federación de Funcionarios de OSE, hoy se ocupó la planta purificadora de OSE en Melo. Exigen la presupuestación del personal, el fin de las tercerizaciones y el ingreso de personal genuino.
En el marco del conflicto que viene llevando adelante el gremio de FFOSE, dialogamos con el dirigente sindical Marcos Míguez.
LID: ¿Cuándo arrancó el conflicto y cuáles son los puntos principales de reclamo gremial?
Marcos: El conflicto arranca en diciembre de 2020, ya que existió un acuerdo entre el Directorio de OSE y la FFOSE por el cual se regularizaría el escalafón a unos 3000 trabajadores y trabajadoras, pero el Directorio incumplió sus compromisos.
Foto: Nicolás Scarón (gentileza)
LID: ¿Cuál es la preocupación principal y el eje de la medida sindical?
Marcos: Tiene varias puntas, principalmente la calidad laboral de los trabajadores. Con el sindicato hemos tenidos varias instancias donde hemos planteado que las condiciones de trabajo no son las adecuadas, tenemos trabajadores ganando por debajo del laudo establecido en las horas extras, tenemos compañeros registrados en otros escalafones diferenciales a sus tareas. Por ejemplo, un funcionario categoría 8 está presupuestado en la categoría 3.
Toda esta situación también repercute en la calidad del servicio a la población, ya que entendemos que con los planteos del sindicato tendríamos una mejor eficiencia en la planta y un contrato más seguro para el funcionariado.
Marcos: La calidad de servicios siempre estuvo sobre la mesa en nuestro sindicato, el derecho a la calidad de servicios depende de una buena calidad de contrato laboral. El ingreso de personal es necesario para OSE, y el suministro de agua potable como derecho humano es una bandera para nuestro gremio.
Foto:Nicolás Scarón (gentileza)
LID: ¿Cuáles son algunas particularidades del servicio que preocupan?
Marcos: El pago de $ 80 una hora extra es algo que no puede escapar a nuestra preocupación en funcionarios tercerizados. Está pautado por debajo del acordado en convenios colectivos de trabajo. Nuestro conflicto es por el trabajo genuinos y también hacemos hincapié en que peligra la calidad del servicio de agua potable y del saneamiento a raíz de los mismos. No puede ser que 3 a 4 mil ciudadanos se le cobren por cálculos estimativos, cuando podría ser más justo con más mano de obra en nuestra planta.
Por otro lado, hemos hecho algunos estudios con el gremio acerca del importe de la tarifa. El pobre es el que paga más el consumo de OSE, y eso es algo que hay que decir. Se cobran los 12 metros el saneamiento por no tener más personal en la tarea. Los compañeros tercerizados ganan la mitad de un presupuestado, y la inestabilidad del contrato de esos funcionarios genera una precariedad laboral.
Algunos alcances de diálogo hemos tenidos en otros aspectos, pero creemos que ciertas problemáticas ya datan de más de 25 años, y el servicio depende de la calidad de los recursos humanos.
LID: ¿Han pensado tener instancias de diálogo con la población?
Marcos: Sin lugar a dudas está dentro de nuestra planificación porque la gente tiene el derecho de conocer la realidad para cotejar con la opinión pública.
