Este atropello deja sin posibilidades de acceder al deporte a aproximadamente 150 jóvenes, niños y adultos que utilizaban las instalaciones para practicar tanto fútbol masculino como femenino en la liga tupungatina de fútbol y consejo federal.
El club fue fundado en 1989 y se ganó el reconocimiento local a lo largo de sus 30 años de historia. En 2015 debió ser refundado ya que en 2006 un grupo de dirigentes había decidido disolver el club. Fue en ese entonces que el club perdió su personería y el predio donde desarrollaba sus actividades deportivas quedó en manos del Regimiento de Infantería de Montaña 11. Recientemente la comisión directiva logró un acuerdo para que el RIM 11 les alquilara la cancha. Sin embargo, este martes el teniente coronel Palacios ordenó demoler las instalaciones como respuesta a incidentes menores ocurridos en el partido entre el Club Malvinas Argentina y Club San José
En una decisión no solo autoritaria, sino que va en contra de las necesidades de muchos jóvenes, aún más en tiempos de pandemia como los que vivimos, dónde la recreación y contención que brindan los clubes sociales es muy importante. Los incidentes ocurridos no justifican en ningún sentido el accionar del ejército que con la demolición de las instalaciones deja al club sin espacio físico.
En las últimas horas y ante el repudio de la comunidad de Tupungato el teniente coronel Palacios intentó justificarse diciendo que no se trataba de un desmantelamiento sino de una “propuesta” para trasladar la cancha a otro predio. Sin embargo, las imágenes muestran de forma contundente como las tribunas que levantaron los propios socios del club fueron demolidas, los arcos quitados y hoy los deportistas no tienen lugar físico donde practicar.
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