La farmacéutica AstraZeneca anunció este jueves que ganó US$ 1.169 millones a través de la venta de vacunas contra el coronavirus durante el primer semestre de 2021, aportando a un incremento neto de sus beneficios de un 42 % respecto del año pasado.
La vacuna contra el covid-19 está elaborada conjuntamente entre la empresa anglo-sueca y la Universidad de Oxford. Durante este año entregó 319 millones de dosis en diferentes países del mundo, facturando US$ 572 millones en Europa y US$ 455 millones en “mercados emergentes”, según el balance de la compañía comunicado a la Bolsa de Londres.
Así, el beneficio neto de la farmacéutica fue de US$ 2.112 millones y representó un 42 % más que en el mismo período de 2020. Mientras que la facturación entre enero y junio totalizó US$ 15.540 millones, un 23 % más que en el ejercicio precedente.
Pascal Soriot, CEO de AstraZeneca, dijo que la empresa “generó un nuevo período de fuerte crecimiento gracias a un rendimiento sólido en todas las regiones y en todas las áreas de patología. Como resultado, obtuvimos fuertes avances en los ingresos, nuevos lanzamientos y continuamos con la inversión en Investigación y Desarrollo”.
Como si fuera una tomada de pelo a la población mundial, el mismo CEO advirtió por el “riesgo” que presenta para los intereses de la compañía la propia pandemia, que provoca “incertidumbre” en sus operaciones de producción y distribución.
Si las ganancias de AstraZeneca se contabilizan por miles de millones de dólares gracias a la pandemia, ¿qué se puede decir de las ganancias de los laboratorios asociados a la firma anglo-sueca? Por caso, ¿cuánto ganó en todo este tiempo el empresario amigo del Gobierno Hugo Sigman, dueño del laboratorio mAbxiencie que ya produjo más de cien millones de dosis de esa vacuna pero no para ser usadas en el país sino que fueron “exportadas” para ser envasadas en México?
Vale recordar que, mientras se hacía la producción en la planta de la localidad bonaerense de Garín, desde el Gobierno se insistía en que Argentina no tenía capacidad técnica para envasar vacunas, cuestión que ha sido desmentida por la inversión en el laboratorio Richmond (propiedad de otro amigo “peronista”, Marcelo Figueiras) para envasar el principio activo de la Sputnik V.
El aumento de las ganancias hipermillonarias de AstraZeneca y sus socios es directamente proporcional a la capacidad de lobby y de imponer condiciones a los Estados (sobre todo a los “emergentes”) en contratos leoninos donde un grupo de corporaciones hace pesar el secreto de las patentes en detrimento de la producción pública y masiva de ese insumo vital en todo el mundo. |