Sebastián Correa-Otto y Silvana Liz Spagnotto, investigadores del Conicet y profesores de las universidades de San Juan y San Luis, expusieron a través de la Asociación Geológica Argentina los resultados de sus investigaciones sobre los sismos en Neuquén y su vínculo con la extracción petrolera y el fracking.
Sebastián Correa Otto es becario posdoctoral del CONICET y profesor de la Universidad Nacional de San Juan. Silvana Liz Spagnotto es Investigadora Asistente de Conicet y profesora de la Universidad Nacional de San Luis. En un video publicado por la Asociación Geológica Argentina, expusieron los resultados de sus investigaciones sobre la sismicidad en la zona de Sauzal Bonito y Añelo.
Correa Otto viene de publicar una tesis en la que registró la aparición de sismos luego del comienzo de la actividad hidrocarburífera en el área.
Su estudio registra los sismos corticales (superficiales, a menos de 60 km de profundidad) relevados por la USGS, el Servicio Geológico de los Estados Unidos que ocurrieron entre 1975 y 2015. Esa era la sismicidad que se conoce confiablemente con registros. Hasta el 2015 no había sismicidad registrada en la zona, afirma el investigador.
"En 2015 ocurre el primer sismo el 19 de noviembre en las cercanías de Añelo y eso motiva mi investigación y primeros trabajos registrados. Al finalizar mi trabajo con los datos que trabajé entre 2014 y 2016 con una red local de 11 estaciones de banda ancha alrededor de Añelo, pude registrar y ver esta cantidad de sismos".
En el video se señala el riesgo no asociados a la magnitud, sino a la vulnerabilidad de las estructuras pensadas para una zona de sismicidad baja.
"La magnitud no es nada despreciable, es decir que si encima son muy superficiales el riesgo puede ser importante".
Silvana Liz Spagnotto afirma que puede haber desfasajes entre los momentos de fractura e inyección de fluidos y la aparición de sismos, que puede tener que ver con que la percolación de fluidos no ocurre de inmediato, sino que puede darse meses después que la inyección se detuvo.
La Dra. Silvana Liz Spagnotto por su parte remarcó "necesitamos que la falla ya esté estresada, o sea no va a romper en cualquier lado, eso explica porque en algunos lugares que se hace fracturamiento hidráulico no se disparan sismos y en otros sí. Por eso se habla de trigger, no es que lo genera en su totalidad, sino que le da el empujón final a estos sismos", refiriéndose a la dorsal Huincul, la falla que divide la cuenca neuquina.
Los riesgos señalados por la especialista, son principalmente para la gente que vive más cerca y para los pozos que tienen pueden ver afectada su cementación. Si se rompen pueden producir infiltraciones o incluso incendios. El riesgo ambiental puede ser importante.
